Opinión

Sánchez se hace trampas al solitario

El Gobierno hizo públicos, el pasado martes, unos nuevos datos sobre el empleo. Al presentarlos, batió el récord del triunfalismo exorbitante e injustificado al que nos tiene acostumbrados. Valga como

  • Yolanda Díaz y Pedro Sánchez -

El Gobierno hizo públicos, el pasado martes, unos nuevos datos sobre el empleo. Al presentarlos, batió el récord del triunfalismo exorbitante e injustificado al que nos tiene acostumbrados. Valga como prueba que el término “histórico” fue reiterado hasta la saciedad por sus portavoces oficiales y oficiosos para referirse a las cifras comunicadas. Escuchando a unos y a otros, parecía que España había vuelto a descubrir otro nuevo mundo. Por supuesto bajo la conducción de ese “Gran Timonel” en el que quieren convertir a Pedro Sánchez.

¿Históricos de qué? Esa es la pregunta. Según los datos comunicados, el número de empleos habría crecido durante 2012 en 782.232, lo que supone un crecimiento del 4% durante el año, porcentaje ciertamente moderado si se tiene en cuenta que en diciembre de 2020 el empleo estaba bajo mínimos. ¿Dónde está el carácter histórico? Es indudable que la tendencia natural del empleo es a crecer. Pues si se parte de un dato dramático, como era el de diciembre de 2020, aumentar el empleo en un 4% no es gran cosa. Desde luego, no es el triunfo que nos han pretendido vender.

Resulta que los generados en España por el sector privado durante el presente ejercicio se quedan en poco más de 500.000 ¿De verdad que este dato es histórico? ¿Dónde está la supuesta fortaleza de la recuperación económica española

Pero hay más. En el propio comunicado se reconoce que, durante el mes de diciembre, el paro aumentó en los sectores de Construcción, un 3%, y de Industria, un 0,7%, reduciéndose solo en Agricultura, un -3% y en el sector Servicios, un 2,8%. ¿Dónde está entonces el carácter histórico? Exclusivamente en los diseñadores “monclovitas” del marketing político.

Y aún más. Según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos, el número de éstos ha aumentado durante 2021 en 57.000. Y según la última Encuesta de Población Activa publicada por el INE, correspondiente al tercer trimestre de este año, el empleo público generado en 2.021 está siendo el 20% del total generado. Quiere decirse que, si descontamos ambos parámetros de la cifra de 782.,232 empleos creados en 2021, resulta que los generados en España por el sector privado durante el presente ejercicio se quedan en poco más de 500.000 ¿De verdad que este dato es histórico? ¿Dónde está la supuesta fortaleza de la recuperación económica española?

Datos del PIB

Lo que todavía es peor. Ante la existencia de datos oficiales que contradicen el triunfalismo oficial, la actitud que parece emanar de La Moncloa es matar al mensajero. Así, como quiera que el Instituto Nacional de Estadística proporciona unos datos de crecimiento de nuestro PIB que no ayudan precisamente al relato triunfal, lo que procede es cuestionar al organismo. Ya lo ha hecho un secretario de Estado del Gobierno que se ha atrevido a cuestionar la metodología y los resultados de la estadística oficial y que, por supuesto, ha sido debidamente secundado por varios de los portavoces gubernamentales oficiosos. Ciertamente, poner en cuestión la labor del INE y de sus datos desde las filas gubernamentales es algo que en este país no se hacía desde el tardofranquismo, cuando a los ministros económicos del general les incomodaban los datos de la inflación, entonces disparada y que catapultaba las reivindicaciones sociales de aumento salarial. Cincuenta años después, Sánchez y los suyos parecen dispuestos a emular a Franco. Como dijo Don Quijote: “¡Cosas veredes, Sancho!”

En definitiva, a nuestro Gobierno le da igual la realidad. Le importa lo que sea capaz de hacernos creer. Y para conseguirlo, está dispuesto a todo, a cualquier cosa, a lo que sea. incluso a hacer trampas en el solitario.

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