Política

El PSOE se convence de que el adelanto electoral es la única salida a la crisis

La pregunta que se está instalando es ¿resistir, a qué coste? y sobre todo ¿hasta cuándo?

  • Pedro Sánchez, presidente del Gobierno

Convocar elecciones es facultad de los presidentes del Gobierno y Pedro Sánchez no está por la labor sin haber presentado antes en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado 2019 y sin haber logrado antes un éxito en Cataluña visible para todos los españoles.

Aunque solo sea para confirmar su imagen de hombre más dialogante que Mariano Rajoy que ha intentado en lo económico virar hacia una legislatura progresista, con aumento de gasto social, y no le dejan ni la oposición (PP y Ciudadanos) ni sus socios; Relato del que las encuestas auguran obtendrá en las próximas elecciones generales un suculento rendimiento en voto.

No obstante, tras esta semana de pasión, que comenzó con el calvario y dimisión de la ya exministra Carmen Montón por las irregularidades en su máster, y ha seguido con el shock de la acusación contra Sánchez  por haber plagiado supuestamente su tesis doctoral, en el PSOE no están para más sustos.

Crece en su interior -barones, diputados y cargos medios- la idea de que "de ésta solo se sale fijando la fecha de las elecciones" y de que proclamar que se iba a acabar la legislatura, en junio de 2020, fue "un error". 

Empieza a cundir la idea en el partido de que éxitos contantes y sonantes para acudir a las urnas..."la exhumación de Franco y poco más"

Todos respetan, eso sí, la determinación del presidente de intentar sacar adelante las cuentas públicas con los votos de Podemos y de los socios nacionalistas, para ir con "algo" a las urnas, pero empieza a cundir que, al final, éxitos contantes y visibles... "la exhumación a Franco y poco más".

A partir de esa constatación, la pregunta que se está instalando es ¿resistir, a qué coste? y sobre todo ¿hasta cuándo? Porque se da por descontado que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, puede convocar elecciones autonómicas el domingo 25 de noviembre o el siguiente, 2 de diciembre.

Una convocatoria conjunta, en Andalucía y en toda España, proporcionaría a los socialistas el efecto arrastre de la doble urna que siempre han aprovechado en su tradicional feudo electoral -en 2004, las primeras elecciones en las que Zapatero ganó a Mariano Rajoy, Manuel Chaves recuperó la mayoría absoluta que había perdido diez años antes- pero ella no quiere ni oír hablar de ello. Y así se lo ha dejado claro al presidente en público -"quiero unas elecciones con acento andaluz"- y en privado.

Los barones temen que si Sánchez no solapa su convocatoria electoral con Susana Díaz este otoño, llegue 'abrasado' al 26 de mayo y eso les pase factura a ellos

El problema es que esa negativa aboca a Sánchez a disolver las Cortes en enero, si no logra ver aprobados los presupuestos, o prolongar la agonía dos meses más y convertir las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo en un superdomingo, también con elecciones generales.

A la dificultad técnica que eso conllevaría -seis urnas en cada una de las 8.000 mesas electorales (Congreso, Senado, Europeas, Parlamento autonómico, ayuntamiento y concejo o cabildos), más la dispersión de mensajes, se une el creciente temor de los barones socialistas a que Pedro Sánchez llegue abrasado y les arrastre en su caída.

No quieren ni oír hablar de esa posibilidad, pero ya hay quien se resigna porque no ve al Gobierno llegar a otoño de 2019. Sobre todo, porque el propio presidente ha descartado prorrogar los actuales presupuestos 2018, del PP. "Estos no son mis presupuestos", reiteró una y otra vez en la primera entrevista que concedió en este nuevo curso político, dando a entender que disolverá las Cortes si no tiene cuentas propias.

  

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