Las cafeterías, restaurantes y máquinas de vending del Congreso tendrán precios más bajos en la próxima legislatura. La empresa Cafestore, filial de Sacyr que presta servicios de restauración, será la nueva adjudicataria del contrato valorado en 1,2 millones de euros (IVA no incluido) para 18 meses prorrogables. Así lo ha aprobado la Mesa de la Cámara Baja tras la valoración de las ofertas técnicas y económicas.
De los máximos 0,88 euros que recogía el pliego de condiciones, el café finalmente costará 0,74 euros y la caña de cerveza 0,81. La copa de vino blanco o rosado costará 1 euro mientra la de vino Rioja costará 1,43 y la de Ribera 1,82. La botella de agua mineral de medio litro también tendrá un precio de 1 euro y el zumo de naranja 1,47 euros. Todas las bebidas pueden ser acompañadas con aperitivo de patatas, aceitunas, frutos secos o similares.
Un desayuno continental tendrá un precio de 0,91 céntimos y los pinchos costarán 1,34 frente al 1,60 máximo recogido en las prescripciones técnicas. El sándwich mixto tendrá un precio de 2,17 euros; la tostada con mantequilla o mermelada, 0,78 euros; la barrita con tomate y aceite 1,04; y cuatro churros o tres porras costarán 0,78. El croissant tendrá un precio de 1,04. Por su parte, el precio del menú del día en el buffet será de 7,89 euros y consta de primer y segundo plato más postre, pan y bebida. En el restaurante, ese coste se eleva hasta los 12,92 euros.
Los precios subvencionados por la Cámara como ocurre en el resto de ministerios o universidades públicas no sólo afectan a los diputados, sino a todo el personal del Congreso. En total, por los servicios de restauración pasan a diario cerca de mil personas, entre policías, ujieres, taquígrafos, letrados, periodistas, asesores, personal de protocolo, mantenimiento, limpieza y aquellos que acuden como visitas.
Al proceso de adjudicación concurrían otras seis empresas, entre ellas la actual concesionaria (Eurest Colectividades) que se impuso en 2013 al Grupo Cantoblanco del ex vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández. Este último había gestionado las instalaciones durante más de veinte años. Tras ese período, la Mesa del Congreso modificó el concurso por la polémica claúsula que obligaba a la adjudicataria a ofrecer gin-tonic a 3,45 euros o el whisky reserva a 4,20 euros.
La nueva empresa deberá subrrogar el contrato de los actuales trabajadores. Asimismo, la Mesa de la Cámara que preside Ana Pastor acordó en abril suprimir del pliego de condiciones la cláusula que establecía que, en caso de huelga legal de los trabajadores, la adjudicataria debía comprometerse a "ofrecer soluciones" que asegurasen el "funcionamiento mínimo de las instalaciones". Y debía informar al Congreso sobre los servicios mínimos y la reorganización de los servicios.