El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha "matizado hoy" la información sobre la pomada de ingestión oral a base de yema de huevo con anticuerpos contra la covid-19 que podría evitar el contagio cuando no se lleve la mascarilla, por ejemplo al comer. El proyecto, presentado hace días en San Sebastián, "es una propuesta para la cual no existe actualmente evidencia científica que soporte los resultados que se indicaban sobre su eficacia contra la covid-19", señala el CSIC.
La pomada se presentó en una sesión de San Sebastián Gastronómika sobre los efectos de la pandemia. Se trata de un trabajo desarrollado por el equipo liderado por José Manuel Pérez de Alastra, científico titular del CSIC en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología de Tenerife, al que, según detalla la Agencia EFE, ha dado forma gastronómica el cocinero Diego Schattenhofer.
El estudio ya habría pasado ya varios test de eficacia que demuestran que esos anticuerpos permanecen hasta dos horas en la boca. El equipo de Pérez de Alastra lleva varios años trabajando con anticuerpos desarrollados en gallinas. "Cuando la gallina es inmunizada, concentra los anticuerpos en la yema del huevo, un alimento que, al ser natural, se puede administrar por vía oral porque estos anticuerpos no pasan a la sangre", señalaba en la presentación.
Muestras de saliva
El investigador precisaba que "al usarlos en la cavidad oral, ubicados estratégicamente, proporcionarían una protección al impedir que el virus se adhiera a nuestras células" y que un ensayo "in vitro" demostró "la capacidad bloqueante de los anticuerpos en la unión del virus a su receptor humano". Otro, sobre muestras de saliva en diferentes tiempos, tras la ingesta de la pomada habría confirmado que los anticuerpos "permanecen al menos dos horas en la saliva".
Según la misma información, y en base a los estudios desarrollados hasta ahora, "medio gramo" de estas cremas profilácticas sería suficiente para generar una inmunidad de dos horas frente al coronavirus.
En la presentación del estudio se especificaba que la pomada dispersa gradualmente anticuerpos por la cavidad oral y continúa diseminándolos a su paso por la faringe y el esófago. "Si el virus entra en el organismo los anticuerpos lo atraparán y rodearán impidiendo la infección. El virus es arrastrado hacia el estómago, donde los jugos gástricos lo destruirán", se detallaba.
Un proyecto no financiado por el CSIC
Hoy mismo el CSIC ha querido "matizar" esa información a través de un comunicado. El organismo "desea transmitir que la pomada de ingestión oral a base de yema de huevo con anticuerpos contra la covid-19, sobre la que han informado diversos medios, es una propuesta para la cual no existe actualmente evidencia científica que soporte los resultados que se indicaban sobre su eficacia contra la covid-19", indican.
Debe hacerse constar, precisan desde el organismo, "que dicho proyecto no está financiado por el CSIC ni tampoco por otras instituciones públicas y privadas a cuyas convocatorias competitivas, evaluadas por expertos del área, se ha presentado este proyecto, cuyo desarrollo está todavía en un estadio muy preliminar".
El CSIC, como indica su Código de Buenas Prácticas Científicas, requiere a su personal investigador que, como profesionales de la ciencia, "eviten la presentación ante los medios de resultados prematuros y no suficientemente contrastados". Este requerimiento es "especialmente importante en la situación actual motivada por la pandemia covid-19, en que la sociedad ha puesto su confianza en los desarrollos científicos que puedan contribuir a reducir su impacto", concluye el Consejo.