Las muertes por el coronavirus en toda China aumentaron en las últimas 24 horas en 121 personas hasta alcanzar los 1.380 fallecidos, informó este viernes la Comisión Nacional de Salud del país asiático.
Según los datos facilitados por la comisión en su página web, hasta las medianoche del jueves se contabilizaron además 5.090 nuevos infectados, lo que eleva a 63.581 el número de casos detectados hasta ahora en China.
Las muertes en la provincia de Hubei, foco de la epidemia, aumentaron en las últimas 24 horas en 116 hasta las 1.318, indicó, por su parte, la Comisión Provincial de Salud de esa región centro-oriental del país, mientras que se contabilizaron 4.823 nuevos casos.
La Comisión Nacional de Sanidad informó de que en el mismo periodo de 24 horas se habían registrado 2.174 casos graves en todo el país, mientras que 1.081 personas habían sido dadas de alta tras superar la enfermedad.
Según los datos oficiales, se ha realizado seguimiento médico a más de 493.067 personas que han estado en contacto cercano con los infectados, de los cuales 177.984 siguen bajo observación.
Los datos, disparados
Las autoridades chinas informaron el jueves de un cambio en los criterios de diagnóstico para confirmar los casos, lo que disparó el balance de afectados por el coronavirus en toda China, con más de 15.000 nuevos infectados y 254 muertes en un solo día, según los datos oficiales.
Hasta ahora los pacientes se confirmaban por medio de unos test realizados con unos equipos que escasean en la provincia y ahora los médicos tendrían más atribuciones para poder confirmar un caso.
Con los nuevos criterios, bastará con diagnosticar a los pacientes con tomografías computerizadas para confirmar las infecciones, lo que permitirá aislar más rápidamente a las personas afectadas.
Hasta la fecha, todos los decesos menos dos -en Filipinas y Hong Kong- se han producido en la China continental y, aunque una treintena de países cuentan con casos diagnosticados de neumonía de Wuhan o COVID-19, China acapara en torno al 99% de los infectados.
Los síntomas del nuevo coronavirus son en muchos casos parecidos a los de un resfriado, pero pueden estar acompañados de fiebre y fatiga, tos seca y disnea (dificultad para respirar).