Sociedad

"Es mejor limpiar mierda en Londres que comerse los mocos en España"

"Hola, me llamo Benjamín Serra. Tengo dos carreras y un máster y limpio WCs". Así rezaba el tuit lanzado por este joven valenciano en septiembre de 2013 y que lo convirtió en pocas horas en el símbolo de la crisis económica española. 

  • Benjamín Serra

“Es mejor limpiar váteres en Londres que comerse los mocos en España”, afirma Benjamín Serra, el joven valenciano que hace un año se convirtió a nivel mundial en el símbolo de la crisis económica española. Publicó un tuit lleno de rabia en el que ponía de manifiesto la realidad que viven miles de jóvenes españoles sobradamente preparados que se han visto obligados a emigrar a otros países y allí desempeñar trabajos para los que no se necesita una elevada cualificación. Esta publicación se convirtió en un fenómeno viral en cuestión de horas y le llevó a ser portada del diario británico The Telegraph

Ahora, un año después de aquel “hola, me llamo Benjamín Serra. Tengo dos carreras y un máster y limpio váteres en Londres”, relata en un libro, Sobradamente preparado para limpiar váteres en Londres, su aventura en Reino Unido, un país que, un año y ocho meses después de su aterrizaje, le ha brindado una oportunidad laboral.

Pero una oportunidad laboral de verdad, para un puesto de trabajo acorde con la formación universitaria que le llevó a ser el Premio Extraordinario Final de Carrera. Benja, como le llaman sus amigos, llegó a Londres para realizar una Beca Leonardo en una revista y una vez finalizada se planteó la posibilidad de regresar a España. “Si volvía me imaginaba en mi habitación buscando ofertas día tras día. Primero vendría el 'algo tiene que salir', después '¿cómo es posible que no salga nada?' y, finalmente, 'que salga lo que salga”, afirma este joven que estudió Periodismo y Relaciones Públicas. Ante este oscuro panorama, optó por un 'que salga lo que salga' en Londres y terminó como camarero en una cafetería donde servía cafés y limpiaba los aseos.

¿Dónde está su parte del trato?

“España no es un país diseñado para los jóvenes. Mientras los jóvenes de la Transición abrazaban ideales políticos y sociales innovadores, ahora son algunos de ellos los que nos ofrecen puestos de prácticas sin remuneración o los que bloquean directa o indirectamente nuestra entrada al mundo laboral. Crecimos creyendo que el esfuerzo en los estudios merecería la pena para conseguir algo en la vida. Nos preparamos. ¿Dónde está su parte del trato?”, se pregunta este joven valenciano de 26 años. “Los jóvenes hemos cumplido nuestra parte del trato. Nos hemos formado, nos prometieron que si hacíamos lo que debíamos conseguiríamos la oportunidad que se nos prometía. Nosotros cumplimos, pero la otra parte ha roto la promesa”, prosigue Benja.

"Nos hemos formado, nos prometieron que si hacíamos lo que debíamos conseguiríamos la oportunidad que se nos prometía. Nosotros cumplimos, pero la otra parte ha roto la promesa"

Como miles de jóvenes universitarios y titulados españoles, Benja ha recibido ofertas laborales que distan mucho de alcanzar el sueño profesional de cualquiera: tener un trabajo digno, acorde con la formación estudiada y poder vivir de ello. A Serra no le faltaron las 'ofertas laborales' de empresas tras un periodo de prácticas. “Lo de siempre, sin cobrar. Pero como becario precario. Pero explotado. Pero aprovechándose de ti. Se ve que como nos gusta tanto lo que hemos estudiado en la universidad y estamos tan entregados a la causa podemos vivir del aire”, afirma y añade que todas las ofertas que tuvo le parecían que podían ser buena opción. Una percepción que no tenían los empleadores que pedían, generalmente, como requisito, estar matriculado en una universidad para así firmar un convenio de prácticas. “Un requisito indispensable en muchas ocasiones. Al parecer, las empresas quieren que estemos matriculados de por vida en la universidad para no tener que darnos de alta en la Seguridad Social”, añade.

La Generación Ego

Benja pertenece a lo que los expertos han apodado la 'generación perdida', sin embargo, se resiste a pertenecer a ella y por ello ha luchado con todas sus fuerzas por conseguir entrar en el mercado laboral de su profesión. “El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial nos llamaron así. Manda huevos que tengamos que oír eso de los bancos del sistema que nos han llevado a la situación en la que estamos. Perdónenme, pero no estoy dispuesto a que se olviden de nosotros como si aquí no hubiera pasado nada y no hubiese culpables. No estamos perdidos y no estoy dispuesto a que se salten mi generación”, protesta el joven. “El concepto de generación perdida hace referencia a que el que está perdiendo es el país, pero nosotros no estamos perdidos. Sabemos muy bien lo que queremos. Tenemos mucho que aportar y si en España no lo quieren, habrá otros países más inteligentes que lo hagan”, asegura. Él ha acuñado a esta generación, que ahora tiene entre 17 y 26 años, la Generación Ego, “pero en el sentido positivo de la palabra”. “Hemos encajado esta crisis y aceptarla no es rendirse. Hemos salido adelante y nos hemos sacado las castañas del fuego. Generación Ego porque salimos adelante por y para nosotros mismos”, reivindica.

"Hemos crecido entre algodones pero, ¿debemos pedir disculpas por ello? A veces parece que tenemos que disculparnos por no haber vivido una posguerra o una dictadura"

Tras la publicación del tuit el 27 de septiembre de 2013, llegó una tormenta de reacciones: para unos era un ejemplo a seguir, mientras que para otros era un 'joven que había crecido entre algodones y no sabía encajar una crisis'. “Sí, hemos crecido entre algodones pero, ¿debemos pedir disculpas por ello?, ¿tenemos que sentirnos culpables? A veces parece que tenemos que pedir disculpas por no haber vivido una posguerra o una dictadura. Quizás no seamos la mejor generación y, por supuesto, no merecemos que nos regalen nada. Quizás no tengamos valores más sólidos, pero no mentimos si decimos que estamos muy preparados”, se defiende y añade que cuando pase esta tempestad económica “volveremos con entusiasmo”.

Volver a España

Benja es uno de los 49.800 españoles que según el Ministerio de Empleo de Gran Bretaña se han marchado a vivir a Inglaterra desde que estallara la crisis económica. “¿Volveremos algún día a España? Es curioso cuántos de nosotros utilizamos esa expresión: cuando podamos volver. Refleja exactamente la situación de nuestra generación. Nos han arrebatado la posibilidad de desarrollarnos profesionalmente en nuestro país”, explica y añade que se plantea regresar a España pero “en un futuro que parece bastante lejano”.

“Cuando eres inmigrante te enfrentas a una serie de sensaciones contradictorias. Odias a España por lo que te ha hecho. Por, indirectamente, expulsarte. Pero también la amas y la echas de menos, porque cuando piensas y recapacitas, te das cuenta de que esto no te lo ha hecho tu país. Porque España no son la panda de sinvergüenzas que nos han llevado a esto ni tampoco los que no hacen nada por solucionarlo, no son los que nos roban ni los que nos engañan, no los que nos dejan en ridículo delante de los organismos internacionales, no los corruptos ni los delincuentes, no aquellos que nos han invitado amablemente a abandonar nuestros hogares”, asegura.

Ahora, ve el futuro menos oscuro que aquel 27 de septiembre y dice que “no hay mal que cien años dure”, y que “hay que aguantar el tirón”. “Seguramente no querías irte, y si querías, no creo que fuera de esta manera, pero no pasa nada. Sobrevivirás. Todos lo hacemos. Estudia, aprende el idioma del país en el que estés, sigue formándote, conoce a gente y, muy importante, vive la vida y que nadie te diga que no lo aprovechas. Al fin y al cabo, es mejor limpiar váteres en Londres que comerte los mocos en España. Te lo digo por experiencia propia”, aconseja a los españoles que se ven afectados por la crisis económica y que puede que estén dudando en hacer las maletas, salir de España y sumarse a la fuga de cerebros que vive el país.  

Sobradamente preparado para limpiar váteres en Londres, Planeta de los libros. 14€. 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli