La reforma de la educación propuesta por el ministro José Antonio Wert acaba de comenzar su andadura antes de llegar al Congreso y ya está creando disparidad de opiniones entre el ministerio, los padres y sindicatos. Al presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Jesús María Sánchez, no le gusta en general la reforma ya que la ve como una “una vuelta a los años de la LOGSE”. La misma mala opinión la tiene el sindicato CC OO que, mediante un comunicado, ha rechazado la propuesta alegando que “no resuelve los problemas del sistema” y que agravarán el fracaso y el abandono escolar prematuro, dos de los grandes problemas de la educación en España. Por el contrario, el sindicato CSI-F sí que ve con buenos ojos la propuesta basada en la “exigencia y el esfuerzo” aunque el presidente de su sección de enseñanza, Adrián Vivas, teme que todo acabe en un intento frustrado por la falta de financiación en un tiempo de crisis como el actual.
CSI-F y CEAPA consideran un fallo que la reforma no tenga en cuenta la educación infantil y primaria
Uno de los puntos que divide las opiniones son los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) que en la reforman pasan de un año y un segundo año voluntario a dos años. Según el texto hecho público por el ministerio lo que se pretende con el este cambio es que el objetivo ya no sea obtener el título de ESO “sino preparar al alumno para el mercado de trabajo y ofrecerle una mínima cualificación profesional”. CEAPA teme que los PCPI puedan llegar a convertirse en una vía para sacar del sistema educativo a los alumnos con dificultades. Por ello no ven con buenos ojos que la entrada a estos programas se adelante ya que, como explica Sánchez, deben ser el último recurso “después de haber agotado todas las vías de diversificación”. “Puede ser perniciosa la utilización masiva de los PCPI porque puede llegar a convertirse en guetos en algunos institutos”, añade.
En CSI-F comprenden la preocupación de los padres de que los PCPI acaben siendo el lugar donde se deriven los alumnos con dificultades ya que “hasta ahora eran un reducto para alumnos problemáticos”, aunque confían en que esos temores se puedan desterrar una vez que se ponga en marcha la reforma y recuerdan que este tipo de programas se equipara a la formación que se ofrece en Alemania. En lo que sí están de acuerdo CEAPA y CSI-F es que los PCPI pueden ser una vía para que el alumno se reenganche al sistema educativo, ya que tras cursarlo, y aunque no tenga el título de ESO, puede acceder a un ciclo formativo de Grado Medio tras superar un examen.
También comparten ambos colectivos la idea de que uno de los fallos de la reforma es no tener en cuenta la educación infantil y primaria, donde, según sus opiniones, se empieza a fraguar el fracaso escolar que lacra la educación en España y deja su sistema educativo en los puestos de cola de la Unión Europea. “Los problemas no aparecen de repente en secundaria”, defiende el representante de CSI-F.
El presidente de CEAPA por su parte tacha de “error terrorífico” del ministerio decir que la educación de 3 a 6 años “es para la conciliación familiar” ya que el “fracaso escolar” empieza a gestarse antes de que los alumnos lleguen al instituto. Para detectar las dificultades de los niños, Sánchez pide un menor número de niños por clase, justo lo contrario de lo que se propone desde Educación, ministerio del que este medio ha intentado sin éxito obtener su versión. Los ciudadanos también pueden participar en la reforma enviando sus propuestas para a través de la web del ministerio.
