España se ha convertido en el principal foco de emigración a Reino Unido de toda Europa, según publica el diario británico ‘The Telegraph’. El número de españoles que solicitan el National Insurance Number, requisito imprescindible para poder trabajar o cobrar el subsidio por desempleo en Escocia, Inglaterra e Irlanda, se ha disparado un 50% en el último año, pasando de las 30.000 solicitudes en el periodo 2011-2012 a más de 45.000.
Las solicitudes de los números de NI se han empleado tradicionalmente como indicador para medir cuántas personas emigran al país. Los datos registrados apuntan a que las peticiones por parte de ciudadanos de Europa del Este han aumentado mucho menos que las de ciudadanos de la propia Unión Europea.
Así, mientras el número de emigrantes de Europa del Este creció apenas un 1% en los últimos 12 meses hasta 209.000 personas, la suma de emigrantes de la Unión Europea se disparó un 22% hasta los 176.000 trabajadores. En cualquier caso, el número de residentes extranjeros aumentó hasta 540.000 personas en apenas dos años, siendo extranjero uno de cada ocho residentes en Reino Unido.
Reclamo de empleo para países del Sur
Según publica el diario británico, el aumento de emigrantes procedentes del sur de Europa ha crecido de forma imparable en los últimos años. No en vano, Reino Unido tiene una tasa de paro del 7,8%, muy alejada del 26% de España o Grecia, el 17% de Portugal o el 12% de Italia.
No obstante, el Departamento de Trabajo y Pensiones (DWP) constata que España marca distancias respecto a otros países como Italia (cuya emigración aumentó un 35% hasta los 33.000 trabajadores) o Portugal (que creció un 43% hasta las 24.500 personas).
“El flujo migratorio procedente del sur se mantendrá mientras sus economías sigan con problemas y mientras la oferta de empleo en Reino Unido se mantenga fuerte”, relata al periódico Robert Rowthorno, profesor emérito de Económicas en el King’s College de Cambridge. “Una vez que se alcanzan estos niveles de emigración, la tendencia perdura en el tiempo, ya que se construyen cadenas migratorias. Y es que, al fin y al cabo, las distintas comunidades se establecen donde tienen a sus familiares y amigos”, explica.
Por su parte, el director del Observatorio Británico de Migraciones, Sir Andrew Green, considera que el impacto final de estas cifras podría ser menor de lo esperado. “No conocemos cuántas de esas personas que emigran regresan a sus países ni cuántas permanecen en Reino Unido. No obstante, a medio plazo será un factor a estudiar, sin duda”, comenta.