Los países del norte de Europa albergan a la población más feliz del mundo, según el Informe Mundial de la Felicidad, que sostiene que Dinamarca es el país con la población más feliz y resalta la importancia del bienestar de las personas para el desarrollo económico y social. Bastante por detrás de los nórdicos, España ocupa una modesta plaza número 38 de un total de 150 países estudiados.
El informe ha mostrado una lista con los países donde la población es más feliz, con Dinamarca, Noruega, Suiza, Países Bajos y Suecia a la cabeza. La escala se ha realizado con seis variables, entre las que incluyen el PIB por cápita real, la esperanza de vida sana, tener alguien con quién contar, la libertad percibida a la hora de tomar decisiones en la vida, la libertad de corrupción y la generosidad.
Cierran la lista Togo, que ocupa el último puesto, Benín, República Centroafricana, Burundi y Ruanda.
En cuanto a la 'felicidad mundial', la nota media sería de un 5,1 (sobre 10), aunque se han producido numerosos cambios entre los distintos países estudiados teniendo en cuenta el informe anterior. Latinoamérica y el África subsahariana han aumentado su índice de felicidad, mientras que en los países industriales la población ha empeorado su bienestar.
El informe ha querido resaltar cómo la felicidad de la población tiene consecuencias positivas en el desarrollo de los países. "La gente feliz vive más tiempo, es más productiva, gana más y son mejores ciudadanos", ha sostenido, por lo que "el bienestar debería desarrollarse tanto por su propio bien como por sus efectos colaterales".
El director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia y uno de los redactores del informe, el profesor Jeffery Sachs, ha asegurado que cada vez "más y más líderes hablan sobre la importancia del bienestar como una guía para sus países y el mundo" y que "medir y analizar la felicidad puede enseñar mucho sobre cómo mejorar el desarrollo sostenible y el bienestar mundial".
Este informe ha sido realizado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas y cuenta con el auspicio de su secretario general, Ban Ki Moon. En la investigación han colaborado expertos en economía, psicología, estadística y análisis.