"Conoce cómo vive la gente local convirtiéndote en un habitante más". Así se presenta el portal de intercambio de casas vacacionales Shamehome.com. Sin embargo, no se trata de una web de intercambio al uso. Las casas que ofrece se encuentran en ruinas, en ciudades completamente devastadas. Su objetivo, poner sobre la mesa la realidad en la que vive el pueblo sirio y "avergonzar a todos aquellos que aún se preguntan por qué millones de refugiados están llegando a Europa”.
Todas las casas "disponibles" en la página se encuentran en ciudades sirias como Alepo, Damasco u Homs, que hasta el comienzo de la guerra eran centros turísticos llenos de vida y ahora se han convertido en ciudades apocalíticas en las que aún vive gente en condiciones miserables.
Los anuncios se han creado a partir de fotografías reales de las agencias Reuters o AFP y cuentan con descripcciones como esta: "habitación doble en barrio tranquilo con vistas despejadas en un pequeño pero elegante apartamento de 75m2 de diseño abierto. Se encuentra en el barrio acomodado de Halam, a pocos metros a pie del centro de Alepo. Perfecto para conocer y vivir la ciudad como uno más".
La iniciativa ha sido desarrollada por Rezink, plataforma social de la agencia de publicidad donostiarra Dimensión a partir de una idea del periodista Jon Martija, quien decidió utilizar el auge del turismo colaborativo como excusa para invitarnos a reflexionar y ponernos en la piel de otras personas que hasta el inicio de la guerra hace cinco años tenían las mismas comodidades y preocupaciones que podría tener cualquier español.
Una intención que desde Rezink materializaron rápidamente: "recibimos un whatsapp con una idea y en una semana ya teníamos planteado cómo íbamos a darle forma. Vimos el nombre, hicimos la web como si fuera una página de intercambio de casas vacacionales y luego pasamos a buscar colaboradores", explica Isusko Artabe, creativo de Rezink y Dimensión.
El proyecto permite colaborar mediante una donación con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR)
El proyecto, que con su apariencia juega al engaño, ofrece la posibilidad de compartir tu casa de manera simbólica a través de Facebook, pero también permite colaborar haciendo una donación a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
Esta es la tercera vez que desde Rezink ponen su creatividad al servicio de causas sociales. "Estos proyectos tienen un punto bastante romántico. Muchas veces estamos haciendo cosas para la publicidad y, aunque estamos enamorados de ella, sabemos que es muy fría. Con esto devolvemos a la sociedad parte de lo que ganamos por otro lado", asegura Artabe. Para ello también están abiertos a la aportación de todo el mundo. "Rezink es un proyecto que está abierto a colaborar con cualquiera", señala Artabe, quien asegura que las ideas solo deben tener una filosofía, "tienen que ser muy rápidas, muy tangibles, muy prácticas".
La campaña lleva ya casi un mes en marcha con un impacto muy positivo y Artabe no descarta ampliarla a otros conflictos en otros periodos vacacionales: "hemos usado la guerra de Siria porque es la más mediática. En un principio planteamos hacerlo no solo con casas, sino también con campings para incluir a todos los campos de refugiados que hay en Grecia. Y también vimos la posibilidad de abrirlo a más conflictos, como los que hay en África. Ahora mismo no sabemos si lo vamos a hacer, quizás en verano o antes, en Semana Santa o Navidad".
De momento son muchos los correos que han recibido de gente que quiere sumarse al proyecto. Acaban de estrenar la versión en inglés y esperan traspasar más fronteras en breve a través de una traducción colaborativa.