La sede histórica de Telefónica en Gran Vía cuenta ahora con un nuevo espacio cultural, el Espacio Fundación Telefónica, pensado como lugar de encuentro para las nuevas formas del conocimiento, la cultura y el arte. Son 6.370 metros cuadrados que pretenden ser algo más que una sala de exposiciones; un lugar de debate, reflexión, comunicación y encuentro, una herramienta de las vanguardias del conocimiento. Según el vicepresidente de la fundación, Javier Nadal, lo principal será la vinculación con la tecnología: "Espacio quiere ser el punto de conexión de lo que llamamos arte y cultura digital. Estamos abiertos no sólo a Madrid, sino a la Red para conectar la cultura virtual con la real".
Para el mantenimiento, la Fundación va a destinar entre un 5% y un 8% de su presupuesto, y la andadura comienza con tres muestras: la Colección cubista de Telefónica que evoca, a partir de Juan Gris, el contexto de cambio tecnológico de las vanguardias; la retrospectiva Arte y Vida Artificial: Vida 1999-2012, e Historia de las Telecomunicaciones, con destacadas piezas físicas y virtuales del patrimonio de la entidad.
La Fundación plantea una visión desde las vanguardias del siglo XX hasta la sociedad del conocimiento del siglo XXI, según explica Francisco Serrano, director general de la misma. Además se ponen a disposición del usuario herramientas de búsqueda relacional para conocer el patrimonio del grupo, además de un recorrido por el arte y la vida artificial con 23 obras de 13 países sobre proyectos en relación con la célula, la robótica, el medioambiente, etc.
El lugar escogido es el emblemático edificio de Telefónica, con acceso por la calle Fuencarral 3, y el proyecto lo ha dirigido el arquitecto Miguel Ángel García Alonso, director del estudio Quanto Arquitectura. Conservando la estética industrial original, se le han añadido recursos actuales como el hierro de la estructura de la escalera, los suelos de hormigón pulido y acero inoxidable o los techos metálicos y la madera de roble. La vista integral se completa con un ascensor panorámico para 30 personas y una escalera adosada a la fachada en la misma calle Fuencarral.
