El exrecluso no consigue asilo en la ciudad andaluza, pese a las recomendaciones del capellán de Herrera de La Mancha. Dos agentes le esperaron en la estación de AVE. Fuentes de Interior apuntan que este dispositivo garantiza que los ex-presos "no sean acosados". También permite tener conocimiento de su paradero. No todos los presos puestos en libertad por el fin de la doctrina Parot reciben tal seguimiento.