El PNV ha decidido desvincularse de la aventura soberanista catalana y tomar distancias con ella para no enturbiar su relación con el Gobierno y su imagen internacional. Una primera señal la emitirá el próximo día 11 con su ausencia de la Diada. Su presidente, Andoni Ortuzar, sí formará parte, en cambio, de la delegación que su partido enviará a Edimburgo para seguir la celebración del referéndum escocés.

Más atento a la renovación del cupo que al latido soberanista en el País Vasco, el PNV acaba de poner la primera piedra para la actualización del Estatuto de Guernica, arrastrado por la tormenta soberanista en Cataluña. Diputados nacionalistas admiten que es un tímido ‘revival’ del Plan Ibarretxe destinado a reamarse políticamente en el lejano horizonte de las elecciones autonómicas de 2016.

El Príncipe Felipe se está labrando su propio camino para familiarizarse con las principales fuerzas políticas, en unos casos siguiendo los consejos del Rey Juan Carlos y en otros su propio criterio. El heredero de la Corona mantiene buenas relaciones, al margen del marco institucional, con el PP, el PSOE, CiU y UPyD, línea caliente de la que momento han quedado fuera los nacionalistas vascos, Esquerra Republicana e Izquierda Unida.

El encuentro se celebró hace un mes y según ha explicado el portavoz del PNV, Aitor Esteban, fue "muy interesante". Ambos gobiernos tienen sobre la mesa la negociación del nuevo cupo vasco, la "Y" ferroviaria y el reparto del déficit, aunque ningún contencioso como con Cataluña. La vicepresidenta se reunió también el pasado martes 11 con el portavoz del grupo catalán, Josep Antoni Durán Lleida, para hablar del calendario económico y la situación política.