Resulta un deber cívico, moral e intelectual, denunciar este desmantelamiento impune de la democracia que tanto trabajo ha costado construir desde la Transición

La oposición del Partido Popular tiene que ser sin cuartel, a sangre y fuego, sin espacio posible para la componenda con alguien que sabes que te quiere engañar para después liquidarte

Su principal problema no es la hostilidad de las filas socialistas, chavistas y separatistas, frente a la cual se basta y se sobra, sino el fuego amigo fruto de los celos y las envidias