Los nacionalistas catalanes han comenzado a medir hasta dónde pueden llevar su referéndum y lo han hecho consultando a los únicos que han intentado una convocatoria semejante: a los nacionalistas vascos a los que lideró Ibarretxe. Según han revelado a Vozpópuli fuentes parlamentarias, el propio Artur Mas ha realizado al menos tres consultas a los responsables del Partido Nacionalista Vasco (PNV) sobre cómo articular el referéndum, qué mecanismos se pueden utilizar y qué límites no se pueden traspasar.
Según confirman fuentes de ambas formaciones se han producido, al menos, tres reuniones entre ambas fuerzas: la primera la que mantuvieron en público el líder de CiU, Artur Mas, e Iñigo Urkullu el pasado 28 de septiembre; la segunda, entre los responsables de CiU y el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, y la tercera la que mantienen de manera más informal ambos grupos parlamentarios en Madrid.
Los límites del PNV: Constitución y control de las urnas
La respuesta del PNV ha quedado más cerca de la Constitución que las intenciones de la coalición catalana. Los nacionalistas vascos han pedido a CiU que “no violente los límites de la Constitución”, según confirman fuentes del Partido Nacionalista Vasco. La opinión que el PNV ha trasladado es que la consulta independentista sólo puede salir adelante si no se enfrenta a la abogacía del Estado, al Fiscal General del Estado y a un dictamen contrario del Tribunal Constitucional.
La segunda clave para sacar adelante esa consulta es, según esos contactos, el control de las urnas sobre el terreno. Los nacionalistas vascos recuerdan que durante la consulta de Ibarretxe, el PNV no controlaba ayuntamientos clave para la convocatoria. CiU debe evaluar el control de los consistorios y el grado de seguimiento que esos ayuntamientos darán a la Generalitat si ésta decide forzar el referéndum.
Los nacionalistas catalanes siguen adelante
La respuesta catalana a esas pegas ha sido la de mantener el pulso. Artur Mas no ha contactado directamente con Moncloa pero sí empieza a haber señales cruzadas y guiños al diálogo entre CiU y PP, tal como publicó Vozpópuli. De hecho, Joana Ortega. Ortega, perteneciente a Unió, el ala más moderada de la coalición catalanista, ha trasladado a Madrid que la futura interlocución deberá contar con un canal directo entre los dos presidentes Rajoy y Mas y no podrá pasar por una comisión de negociación, según ha expresado en público y en privado a algunos diputados del PP.
No se ha señalado una agenda concreta pero fuentes de la Generalitat aseguran que tras el ambiguo término de “nuevo modelo de relación con España”, se tendrá que hablar de dinero.
