Comenzamos a hacer ejercicio (como, por ejemplo, salir a andar o correr) y nos entra a todos la duda: ¿a qué hora es mejor hacerlo? ¿Cambia algo si lo hago por la mañana o por la noche? ¿Dormiré bien si realizo ejercicio por la tarde? ¿Es bueno hacerlo en ayunas? ¿Si sudo mucho es que estoy perdiendo peso?
A pesar de que vivimos en la era de la información, no toda es cierta. Y aunque el desarrollo de las ciencias de la actividad física está en auge, existen aún numerosas creencias falsas que se repiten continuamente y que contradicen a veces hasta a la ciencia y la lógica. Hablamos con Alexander Pérez, CEO fundador de Wonder Medical, para descubrir cuáles son los mitos más comunes.
El mito de que hacer ejercicio en ayunas te hace adelgazar más
Muchas personas que empiezan en septiembre con el ejercicio físico –es un punto importante de su larga lista de propósitos para el curso nuevo– creen que hacerlo en ayunas es mejor. Alexander Pérez apunta que no es así.
"Es un mito muy extendido. El mejor momento para ejercitarse físicamente es aquel en el que podamos hacerlo de forma consciente y pueda convertirse en un hábito. Los estudios demuestran que es indiferente el momento del día, ya sea mañana, tarde o noche", asegura.
“Se suele creer erróneamente que entrenar en ayunas obliga al organismo a consumir las reservas de grasa, sin embargo, se ha demostrado que se necesita la presencia de glucosa en el organismo para poder desencadenar la quema de calorías. Si nos quedamos sin glucosa almacenada, el efecto será el contrario y comenzaremos a quemar músculo. Comer un pequeño snack 30-60 minutos antes de entrenar, nos proporciona la energía para entrenar de una manera más cómoda, agradable y eficaz, consumiendo más calorías y obteniendo mejores resultados”, finaliza.
El mito de que agotarse significar obtener mejores resultados
Se suele creer que el nivel de agotamiento después del ejercicio físico es indicativo de su eficacia, y nada más lejos de la realidad. Tener agujetas el día después no significa que hayamos realizado un esfuerzo correcto.
“La filosofía del No Pain, No Gain ("sin dolor no se gana") es la causa de que muchos abandonen las rutinas de ejercitación por no estar acorde a su ritmo de entrenamiento. Debemos ser conscientes de que nuestro organismo no puede cada día entrenar con la más alta intensidad y con la motivación a tope”, asegura el experto.
El mito de que sudar ayuda a quemar calorías
Posiblemente es el más común de todos, cuando la realidad es que el hecho de sudar no tiene ningún efecto para eliminar calorías, al igual que no es aconsejable vestirse demasiado para tratar de sudar más.
Pérez es claro: “Cuando sudamos eliminamos líquidos y esto puede tener efectos no deseados. La sauna no es una actividad física y no nos ayuda a librarnos de la grasa indeseada. Muchas personas aún utilizan fajas o ropa gruesa para ejercitarse sin pensar que estos métodos sólo logran eliminar agua y que el cuerpo puede llegar a deshidratarse. Sudamos cuando nos deshidratamos y por eso no hay que hacer ejercicio con mucha ropa ni tampoco en un ambiente muy caluroso”.
Muchas personas aún utilizan fajas o ropa gruesa para ejercitarse sin pensar que estos métodos sólo logran eliminar agua y que el cuerpo puede llegar a deshidratarse
El mito de que el ejercicio aeróbico adelgaza y las pesas sólo generan músculo
Este mito ya te lo hemos desterrado numerosas veces en Vozpópuli, y es uno de los más extendidos. Cada vez son más los estudios científicos que demuestran que los entrenamientos controlados de alta intensidad con resistencia, como pesas, cintas elásticas, isométricos, muelles, etc, son mucho más eficaces que los aeróbicos, requiriendo menos tiempo y provocando una mayor consumo calórico.
¿En qué estabas equivocado, lector?