Supermán tenía el superpoder de los rayos X. Podía ver a través de los muros. Pero no podía ver el interior de la mente de sus enemigos, el verdadero superpoder que sí tiene un joven cordobés que, merced a esta habilidad entrenada, se ha convertido en un fenómeno en redes sociales con cerca de dos millones de seguidores.
‘Soy Criminólogo’ lee la mente y las intenciones de las personas de un modo sencillo y al alcance de cualquiera: leer la expresión corporal y el lenguaje no verbal. El cuerpo, si se sabe apreciar, dice mucho más que las palabras, “si aprendes a observar, todos los gestos y todas las posiciones que adoptamos están delatando nuestros pensamientos y emociones internas”, cuenta este fenómeno de las redes.
Su verdadero nombre es José Ignacio Fernández, nació en Córdoba en 1996, “estudié criminología, pero al contrario que muchos de mis compañeros, no veía claro mi futuro porque lo habitual es que acabemos opositando para los cuerpos de seguridad”. Su suerte quiso que esta salida laboral fuera una de las pocas cosas que no veía con claridad.
Este entrenador social o educador de nuestra vista acaba de escribir y publicar con Anaya su primer libro llamado 'Lenguaje corporal en serie'. La obra se vale de ejemplos de personajes de series que son analizados a modo de ejemplo para educar sobre lenguaje corporal.
Que quiere decir el Sherlock Holmes de la serie Sherlock cuando inclina la cabeza, cómo escudriñar la altivez de Daenerys Targaryen en Juego de Tronos, la caída de ojos de la Rue Bennett que interpreta Zendaya en Euphoria, la dureza en el gesto Homelander de The Boys o su análisis más popular, el de Thomas Shelby, protagonista de Peaky Blinders.
Su trabajo ofrece un compendio de conocimientos y teorías del lenguaje corporal junto a conceptos psicológicos que beben de su formación como criminólogo y el seguimiento del análisis gestual y psicológico de Joe Navarro, que pasa por ser una eminencia en EEUU en comunicación no verbal. Navarro, además de escribir bestsellers como ‘El cuerpo habla’, ha trabajado para el FBI como agente y supervisor en contraespionaje y antiterrorismo.
Eclosión en Tik Tok
‘Soy criminólogo’ es la cuenta de este cordobés autodidacta que triunfa en Tik Tok con más de 1,5 millones de seguidores, a los que hay que sumar los de Instagram o Youtube desde 2019. Fernández empezó comentando en Tik Tok secuencias o momentos que definían la psique de algunos de los personajes populares. Fue entonces cuando descubrió una veta dorada: “la gente necesita sentirse más segura en las relaciones interpersonales”.
Su vídeo analizando el lenguaje no verbal del protagonista de Peaky Blinders reunió el fenómeno fan en el auge de la serie con una disciplina poco divulgada pero que a todos interesa, ¡a los pocos días descubrió que tenía millones de visitas! “me quedé en shock”, confiesa.
“Tuvo tantos feedbacks y comentarios que me sorprendió, mucha gente me decía que tenía truco analizar a personajes de ficción, pero todos nosotros componemos nuestra personalidad con fábulas, literatura o ficción en cine o series que hemos visto desde niños”, reflexiona.
Desde entonces, personajes no solo de ficción, sino celebrities que generan su propio universo de contenidos y búsquedas en internet son los protagonistas de sus análisis. En ‘Soy Criminólgo’ se escrutan cada gesto y mirada de Rosalía, de Zendaya, de Thimothée Chalamet o Justin Bieber.
Cuestión de entrenar la sonrisa
Además, el uso de personajes que están en la conversación social y que forman parte de la cultura popular ayuda a hacer llegar sus ejemplos prácticos... pero el canal también le sirve para dar advertencias ante posibles estafas o timos, porque los timadores suelen repetir gestos delatores.
El análisis de comportamientos delictivos es un continuo en los contenidos que genera este cordobés que, además, acostumbra a mantener una disciplina de interacción con sus seguidores. “Esto es todo un trabajo”, admite. No sabe calcular cuántas horas dedica a la creación de vídeos, pero admite que cada vez le ocupa más tiempo responder a consultas de usuarios.
“Al final, es cuestión de confianza y cuestión de sonreír, también eso se entrena”, detalla Fernández en alusión a la teoría del feedback facial. Cuanto más nos forzamos a sonreír, tu cerebro interpretará la energía que liberan tus músculos faciales, en concreto, el músculo cigomático mayor. Su contracción prolongada es recompensada por el cerebro liberando oxitocina (la hormona del bienestar), serotonina (la de la felicidad) o el cortisol (la del estrés), en definitiva, se activa la maquinaria de la felicidad y el bienestar. El consejo, puede sonar a horóscopo, pero lo confirman varios estudios, “ante la adversidad, una respuesta es forzar una sonrisa”.
Todos los caminos conducen a ROMA<->AMOR
"Hablo de todo, de trucos para detectar si alguien está pasando por mal momento, si miente, pero también para saber si una sonrisa es verdadera, para detectar si hay atracción, eso es lo que más me preguntan”, confiesa.
Pero, sin duda, la madre de todas las consultas es “¿cómo saber si le gusto?” explica Fernández, que gracias a sus consejos también hace las veces de consejero emocional para sus seguidores.
'Soy Criminólogo’ descubre patrones curiosos cuando una persona tiene sentimientos hacia otra, tales como exponer más la parte del cuello hacia su interlocutor, ¿el cuello, por qué?, “pues porque hay mucho de cerebro animal, es cuello es la parte más blanda y menos protegida por nuestro esqueleto, por ahí pasa venas y arterias, exponerlo es un símbolo de confianza y entrega”. Otros síntomas que pueden ser vinculados al flirteo son un pestañeo continuo, la orientación de la punta de los pies apuntándonos, eso sí. Esto, aclara Fernández "no es matemática", hay muchas pautas, pero siempre deben ser analizadas en conjunto y con coherencia, nunca aisladamente.