Andrés Perelló, uno de los más estrechos colaboradores del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asegura que la nueva ejecutiva del partido no se hará con "componendas o atendiendo solo a poderes territoriales", y alerta de que los cambios estarán por delante de la integración.
En una entrevista con la Agencia EFE, este abogado valenciano y exeurodiputado considera que la unidad del partido será posible si se sale "del bucle melancólico de '¡Con lo que hemos sido...!'" y se interpreta que los dirigentes históricos tienen que "ser respetados, pero ellos tienen que respetar la voluntad de las bases y no imponer su criterio".
"Si realmente la visión que se tiene del partido es la de componendas territoriales o componendas personales, o la de impedir la participación democrática de los afiliados, será muy difícil", advierte. Perelló, quien se ha recorrido toda España con la campaña de primarias de Pedro Sánchez, admite que los congresos "nunca son tranquilos", pues en ellos se confrontan planteamientos políticos, pero defiende que la mayoría "indiscutible" y "muy holgada" de Sánchez le da una "capacidad bastante grande para conformar los equipos".
Destaca que la victoria de Sánchez se produjo "con todos los vientos en contra y con poder de todo tipo en contra", aunque desvela que la noche del pasado 1 de octubre, cuando se depuso al secretario general, éste "estaba convencido de que volvería a reeditar" el cargo.
Perelló explica a EFE que a las 21.47 horas de esa noche envió un mensaje a Pedro Sánchez donde le decía: "Poco te puedo decir a estas horas que no sea que reflexiones, te serenes y que pienses que hay mucho futuro por delante". La respuesta de Pedro Sánchez le llegó apenas un minuto después: "Gracias, amigo. Un fuerte abrazo. No pudo ser... pero será", lo que a su juicio ya evidenciaba que "no iba a dejar la lucha".
Preguntado por cómo son las relaciones de Sánchez con Susana Díaz, afirma que "deben ser discretas, pero tendrán que ser cordiales", ya que mientras ella sea secretaria general de su federación tendrá que despachar con el secretario general del partido, como habría ocurrido si el resultado hubiera sido al revés.
"Lo que pasa es que algunos se habían planteado esto como una batalla final, sin otra opción que la victoria, y eso no ha sido así", destaca Perelló, quien hace hincapié en una premisa: "En el fondo todos somos de los nuestros, y si no lo tenemos claro es que no hemos entendido nada".
Añade que no se trata de sustituir "un aparato de uno por un aparato de otro", sino de acometer un cambio para que el partido sea de los afiliados y se ponga a disposición de los electores. "No son cambios de cromos ni sucesión de poderes, sino sustitución de formas y fondos", añade.
Respecto a la relación de Sánchez con los presidentes autonómicos, Perelló afirma que será la que "quieran tener" los presidentes y los secretarios generales, aunque algunos tendrán que "reconsiderar su postura", como los que dijeron que si ganaba Sánchez se irían, pero no lo han hecho.
"Si se quedan, tendrán que entender que es para dialogar, no para poner piedras en el camino", advierte Perelló, quien considera que en la nueva Ejecutiva del partido habrá valencianos, porque esta tierra "ha aportado mucho" al proyecto de Pedro Sánchez.
A su juicio, el programa político que se ha elaborado "no es una panacea ni una pócima milagrosa", pero sí puede ser la base de una actualización del partido, primero para encontrar el espacio político perdido, del que "nunca tuvo que irse", y luego para situarlo en el siglo XXI.
Respecto al voto del PSOE a la moción de censura presentada por Podemos, considera que "es muy posible" que "ni se apoye ni rechace" y que una abstención sería "una posición muy comprensiva", aunque destaca que es una decisión del grupo en el Congreso y de la dirección.