El laboratorio SPACE10, un centro de generación de ideas para la vida futura situado en Copenhague (Dinamarca) ha ‘reimaginado’ cinco platos clásicos de la ‘comida rápida’ para hacerlos más deliciosos y adecuarlos a los gustos de los consumidores del mañana.
“Este menú está recién salido de la cocina de prueba de SPACE10", señala Simon Caspersen, director de comunicaciones de este laboratorio, que explora distintos caminos para diseñar una forma de vida mejor y más sostenible, según asegura.
“Algunos ingredientes de estos platos ya están en algunos menús, como el ‘perrito caliente’ para vegetarianos a base de plantas recientemente”, señala Caspersen, mientras que otros, como los insectos, “contienen en general más proteínas y menos grasas que las carnes tradicionales y los comen distintas culturas en muchas partes del mundo”, según afirma.
SPACE10 trabaja en distintos proyectos como ‘The Natural Interfaces’, interacción entre personas y tecnologías; ’Shared Living’, espacios para vivir adecuados a las nuevas realidades urbanas como la soledad y la falta de vivienda asequible; y ‘Digital Fabrication’, fabricación distribuida y métodos de diseño y construcción alternativos para la era digital, según esta firma.
Dos de los ingredientes clave de la 'fast food' reimaginada son las microverduras cultivadas hidropónicamente, es decir en agua en vez en la tierra
“El menú de comida rápida del futuro es un proyecto que tenemos en marcha, que se denomina ‘Local Food’, y se dedica a explorar nuevas formas, imaginativas y sostenibles de producir, cultivar y distribuir alimentos saludables, en el corazón de nuestras ciudades”, señala Caspersen.
Hace dos años SPACE10 presentó la ‘albóndiga del mañana’, un replanteamiento visual utilizando ingredientes alternativos como insectos, algas y carne cultivada en laboratorio, informa este laboratorio, que explica que esta comida es solo un concepto experimental que no está presente en los menús de los restaurantes.
“Desde entonces hemos estado desarrollando una selección más amplia de platos que muestran el tipo de comida que podríamos comer en un futuro no muy lejano”, informa SPACE10.
Este laboratorio explica que en todo momento han tenido en mente un principio importante y es que los platos no deben ser sólo saludables o sostenibles medioambientalmente, sino que también tienen que ser deliciosos.
“Para que la gente cambie de opinión sobre los alimentos e inspirarla a que pruebe nuevos ingredientes, no basta con apelar simplemente a su intelecto, ya que además tenemos que excitar sus papilas gustativas”, señalan desde SPACE10.
Simon Caspersen explica que están trabajando para crear platos que luzcan bien, sepan bien y sean buenos para la gente y el planeta, y los primeros resultados de esta iniciativa ha sido una ”juguetona interpretación” de una serie de platos de comida rápida que gustan a la mayoría.
Este portavoz señala que, dado que SPACE10 es un laboratorio de investigación, no está explorando las opciones de patentar, producir o comercializar estos cinco platos o recetas.
Dogless hotdog o el perrito caliente sin carne
La comida saludable y sostenible no tiene por qué ser sosa, como demuestra este plato ligero hecho con zanahorias pequeñas secas y glaseadas, salsa ketchup de remolacha y bayas, mostaza y crema de cúrcuma, cebollas asadas, ensalada de pepino y una mezcla de ensalada de hierbas, según SPACE10.
Pero que le da a este ‘perrito caliente’ su aspecto llamativo es su panecillo o bollo, elaborado con espirulina, la microalga que contiene más beta caroteno que las zanahorias, más clorofila que la hierba de trigo y 50 veces más hierro que las espinacas, y ha sido calificada por la ONU como "el alimento ideal para la humanidad", según esta fuente.
Los ingredientes de algunos de estos platos conceptuales ya se utilizan en ‘perritos calientes’ para vegetarianos a base de plantas, y otros como los insectos forman parte de la dieta en distintas culturas"
Además, este plato contiene más proteínas que un ‘perrito caliente’ convencional, recalcan.
The bug burger o la hamburguesa 'bicho'
Para demostrar que los insectos pueden tener un buen sabor, los técnicos de SPACE10 elaboran uno de los tipos de "albóndiga del mañana" que crearon en 2016 denominada, ‘The Crispy Bug Ball’ (bola de bichos crujiente), y aumentaron su volumen convirtiéndola en hamburguesa.
Cada hamburguesa contiene 100 gramos de remolacha, 50 gramos de chirivía o pastinaca (una raíz relacionada con la zanahoria), 50 gramos de patatas y 50 gramos de gusanos de harina, que son la forma larvaria de un escarabajo denominado ‘darkling beetle’ , explican.
“La hamburguesa ‘Bug Burger’ viene dentro de un delicioso bollo de harina blanca, y está cubierta con salsa ketchup de remolacha y grosella negra, cebollín para untar, y una mezcla de verduras para ensaladas obtenidas mediante cultivo hidropónico, que consiste, básicamente, en cultivar alimentos en agua en vez de en tierra”, señala el laboratorio de Copenhague.
The neatball: la albóndiga estupenda
“La última versión de la albóndiga, la denominada Neatball, está diseñada para que la gente piense en reducir su consumo de carne, utilizando productos locales y probando proteínas alternativas”, señalan desde Space 10.
Este laboratorio ha desarrollado dos tipos de Neatball. Una hecha con gusanos de la harina, y el otro con raíces de hortalizas como las zanahorias, las chirivías y las remolachas.
La idea es proporcionar una verdadera experiencia sueca al comensal. Proponen servirlos con puré de papas, salsa de carene y salsa de arándanos.
Lokal salad, la ensalada hidropónica
“Mediante la hidroponía podemos servir deliciosos alimentos producidos localmente, de una manera más sostenible, dándonos un día perfecto de primavera, todos los días”, aseguran desde Space 10.
Para que la gente cambie de opinión sobre los alimentos e inspirarla a que pruebe nuevos ingredientes, no basta con apelar simplemente a su intelecto, ya que además tenemos que excitar sus papilas gustativas"
La gama de ensaladas Lokal desarrollada por este laboratorio consta de tres combinaciones de 'microgreens' o microverduras (pequeños brotes de hortalizadas), germinados y hierbas, todos cultivados hidropónicamente: azafrán rojo veteado, brócoli y estragón; germinados de guisantes, rábano rosado de tallo y tomillo; y borraja, mostaza roja de volante y bálsamo de limón.
Cada uno de estos platos se sirve con un crujiente aderezo casero a base de albahaca, estragón o bálsamo de limón, que contiene, con pan duro del día, para minimizar el desperdicio de alimentos, según sus creadores.
Microgreen ice cream o helado de brotes
Disfrutar de un helado hecho con hierbas nutritivas y microverduras, puede ser un postre ideal.
“El futuro consumidor podrá elegir entre una selección de helados de hinojo, cilantro, albahaca y menta, o combinar los sabores para obtener una mayor ‘bondad verde’, a lo que hay que agregar que la base de estos helados contiene solo 60 gramos de azúcar cada 600 gramos de helado, obteniéndose una dulzura adicional de una mezcla de jugo de manzana, manzanas y jugo de limón”, explican desde Space 10.
“La paleta o palito de estos helados está hecha con una selección de hierbas cultivadas hidropónicamente entre las que se incluyen la asperilla, el cilantro, el perifollo español y la acedera”, concluyen.