Este domingo, Sevilla vive un evento de magnitudes excepcionales. Es imposible mantenerse ajeno a una cita que convierte a la capital en epicentro de la fe y la tradición: la Procesión Magna. El domingo procesionarán en un solo día “tres Domingos de Ramos y sin dispersión, todo en el mismo sitio”, adelantan desde el Ayuntamiento. 

La Magna no es la única cita, se enmarca como el acto culminante del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular con el que la capital de Andalucía se consolida como un referente global de la piedad popular. 

La Procesión Magna reunirá a las principales devociones de Sevilla y su provincia. Es el sueño infantil de todo cofrade hecho realidad, un festival con el mejor cartel posible, la cumbre de la devoción y pasión de miles de adeptos a la Semana Santa. Imágenes como la Esperanza de Triana, la Macarena, el Gran Poder y el Cachorro desfilarán junto a las patronas de Utrera, Lora del Río y Dos Hermanas.  

La cita, es incluso considerada excesiva en algunos círculos cofrades, pero lo que nadie duda es que será la única oportunidad de apreciar tanto esplendor artístico procesionando por Sevilla, una ciudad que ha accedido a apagar las luces de navidad para prender los cirios y templar cornetas. 

El sábado 7 de diciembre comenzará el traslado de las imágenes hacia la Catedral, donde se encontrarán por primera vez en un entorno cargado de simbolismo. Estas escenas extraordinarias no solo resaltan la belleza artística de las tallas, sino también el fervor religioso que moviliza a multitudes en una ciudad acostumbrada a la devoción visceral de la Semana Santa.  

El domingo 8, después de la misa estacional de clausura presidida por el arzobispo Saiz Meneses, comenzará la gran procesión de clausura, que partirá de la Catedral a las 16:00 horas, será el punto culminante de una semana que ha rebasado todos los límites anteriores de lo cofrade Desde el Ayuntamiento calculan que este fin de semana de incienso y devoción llevará a la ciudad a duplicar su población, llegando al millón y medio de personas. 

Habilitar una nueva ciudad 

Sevilla es la ciudad de las bullas, las acumulaciones de gente que se apelmazan en determinados puntos para apreciar una procesión. Las bullas son fervor, pero también un reto logístico que atora la circulación y cualquier tipo de respuesta ante situaciones de emergencia.  

En pleno puente, a las puertas de la navidad, uno de los centros históricos más transitados del país va a ser invadido por decenas de miles de cofrades, pasos y bandas, comitivas que han llevado la capacidad logística de la ciudad a niveles nunca experimentados.  

La actualidad política de Sevilla desde hace semanas pasa de puntillas por otros temas más duraderos y se centra en la gestión y logística. Coordinar Policía Local y Nacional, habilitar tres nuevas bolsas de aparcamientos, vallados para la movilidad antes, durante y después de la procesión, dispositivo especial de autobuses urbanos y de limpieza, Parques y Jardines, Protección Civil o un servicio específico sanitario. Sevilla se exponencia a sí misma y ha creado una ciudad interna en su propio casco histórico que late al ritmo de los pasos de la Magna. 

Habrá más de 2.000 agentes movilizados para garantizar el orden y la seguridad. Tussam, la empresa de transporte público, ofrece un 80% más de servicios que en un domingo habitual, y los autobuses urbanos serán gratuitos durante la jornada de la Magna. Se han creado más de 20.000 plazas de aparcamiento en zonas periféricas al Casco Histórico, incluso se han apagado las luces de navidad en la Avenida de la Constitución y se ha limitado a los bares su ocupación del viario público con veladores. 

La reunión de la piedad popular mundial 

Además, el II Congreso de Hermandades que se celebra bajo el lema "Caminando en Esperanza". Está siendo también una cita igualmente histórica para el mundo cofrade. Durante cinco días, 1.832 congresistas de todo el mundo han debatido sobre el presente y el futuro de la piedad popular. Este evento, que incluye nueve ponencias, tres mesas redondas y múltiples actividades religiosas y culturales, ha establecido a Sevilla como la capital mundial de la fe popular. 

En el congreso, destacados ponentes han subrayado la importancia de la belleza como herramienta evangelizadora. Monseñor Salvatore Fisichella, pro prefecto del Dicasterio para la Evangelización, destacó que “Aquí en esta tierra ... se puede con mayor convicción hablar de la belleza como vía privilegiada de la evangelización. Sin belleza no hay amor y no tendríamos el inicio del cristianismo” señaló en la ponencia inicial del Congreso. 

El Papa Francisco envió un mensaje especial para destacar el papel esencial de las hermandades en la evangelización y su capacidad para mantener viva la fe a través de las familias y la comunidad. Monseñor Edgar Peña Parra, enviado especial de Francisco, recordó cómo estas instituciones no solo fomentan la devoción, sino que también ofrecen consuelo espiritual y sentido de pertenencia a quienes buscan trascendencia en sus vidas. El orden de paso de las Hermandades inicia con la Virgen de los Reyes para seguir con Jesús del Gran  Poder, Nuestra Señora de Setefilla, Nuestra Señora de Valme, Nuestra Señora de Consolación, Cristo de la Expiración, Esperanza de Trianay, finalmente, la Esperanza Macarena. 

En un conteo de 2022 se cifró que solo la provincia de Sevilla acumulaba 572 Hermandades y Cofradías, 125 de ellas en la capital, siendo probablemente el tejido social organizado más transversal y numeroso de la capital. El día 7, la Esperanza de Triana y la Macarena serán escoltadas por 1.000 y 1.200 hermanos respectivamente. 

El volumen del ejército nazareno de fe y pasión es tal que la organización de la Magna se ha visto obligada a limitar a 300 hermanos la comitiva que acompañará el recorrido oficial de cada una de las procesiones el domingo, en la vuelta de los pasos a sus templos. 

La celebración de la Magna se complementa con exposiciones de arte sacro en el Círculo Mercantil, la Fundación Cajasol y diversas iglesias de la ciudad. Más de 200 imágenes están expuestas de manera extraordinaria, incluyendo los palios de la Virgen del Socorro y el Cristo de San Agustín en el Sagrario de la Catedral, además de las nuevas obras pictóricas que se refugian en el Museo de Bellas Artes de Sevilla procedentes de la pinacoteca de Bilbao que está en obras, con piezas esenciales de artistas como Murillo, El Greco o Zuloaga. 

La Magna y el II Congreso Internacional de Hermandades no solo celebran el 25º aniversario del primer congreso impulsado por el arzobispo Amigo Vallejo. Representan también un testimonio de la fuerza de las hermandades como custodias de tradiciones que trascienden generaciones.