Pero, para empezar, hay que mirar la realidad del terreno. Mientras en Málaga aún hay familias aisladas en Álora y Cártama y en toda la comunidad persisten tres carreteras inhabilitadas, es hora de mirar el terreno. El mapa revela que hay zonas extremadamente frágiles, sobre todo en Cádiz. Como ejemplo, el entorno del río Guadalete, en Jerez, donde el día 31 se desalojó a 200 personas. 

Desde la Junta afirman que ya están desarrollando un mapa de zonas inundables y protocolos de actuación dirigidos a la ciudadanía, pero también a los Ayuntamientos, para refijar población en zonas menos arriesgadas. "Hay mucho trabajo por hacer”, ha dicho el presidente en clara alusión a la anterior administración socialista, "no pretenderá que hayamos desordenado el territorio en cinco años, el territorio ya lo estaba, por ejemplo, las zonas inundables".  

A pregunta de la representante de Por Andalucía sobre la desordenación en la instalación de energías renovables en el territorio, el presidente ha aclarado que se van a dar instrucciones a los ayuntamientos para, primero, para que no se amplíen zonas inundables, “como algunos han permitido; y, por otro lado, para que los ciudadanos sean conscientes de que viven en un polvorín". 

Cádiz es la región más vulnerable de la comunidad 

 Más allá de los nuevos protocolos y zonificación de los mismos, actualmente el Portal Ambiental de la Junta de Andalucía ya detecta riberas inundables. El color azul delata el entorno de Jerez de la Frontera y Cádiz capital, zonas densamente pobladas. 

Más de 75.000 personas viven en áreas de riesgo. En el pasado, las actuaciones en los cauces de los ríos y el traslado de vecinos a zonas altas han mitigado el impacto de las crecidas, aunque la reciente DANA en Valencia viene a reactivar el temor entre los gaditanos. 

Por ejemplo, en Jerez, el Ayuntamiento impulsó hace una década la construcción de 62 viviendas para familias que solían enfrentarse a las crecidas del Guadalete. A pesar de las mejoras, siguen existiendo áreas en riesgo, como las cercanas a los ríos Majaceite, Ubrique y Barbate. El canal del río emerge ahora como un quebradero de cabeza. El Guadalete recoge las lluvias que provienen de afluentes y escorrentías de la Sierra de Grazalema, que suele liderar los ránkings de precipitaciones acumuladas de toda España. 

Tranquilidad desde el Gobierno central 

Mientras en Málaga y Granada se lamen las heridas y tratan de recuperar abastecimientos básicos, en Almería se tientan los bolsillos para lidiar con una tragedia que en forma de granizo ha paralizado la agricultura, el principal motor económico de la provincia.  

Había mucha inquietud porque el primer paquete del Gobierno nacional básicamente omitía la alusión a otras regiones afectadas por la Dana que no fueran la evidente prioridad: Valencia. El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha tenido que aclarar que las ayudas llegarán a todos los afectados por la Dana. 

En Andalucía, hasta el momento 2.033 reclamaciones han sido presentadas en la comunidad al Consorcio de Compensación de Seguros por los daños causados por la DANA. Fernández ha recordado que "todos y cada uno de los municipios que tengan daños, deben ser conscientes de que se pueden acoger a las ayudas que se establecen" en el acuerdo del Consejo de Ministros. 

El Real Decreto-ley 6/2024, el Decreto DANA, incluye a 78 municipios, mayormente en Valencia, aunque también a Alhaurín de la Torre en Andalucía. Eso ha generado incertidumbre en ciudades como Jerez de la Frontera. "Todos los municipios que hayan sufrido daños están dentro de la línea de ayudas del Consejo de Ministros, que quede claro", ha dicho el delegado de Gobierno desde Cúllar, en Granada, otra de las localidades afectadas por las inundaciones. Los daños tienen que ver sobre todo con infraestructuras municipales, equipamiento y suministro de agua y, en el caso del norte de Granada, la afección a las casas cueva, expecialmente expuestas a los efectos de la escorrentía .

Otro llamado a la calma para los miles de afectados en Andalucía es que las ayudas estatales serán “absolutamente compatibles” con cualquier otro tipo de indemnización o ayuda que puedan recibir de la comunidad autónoma o prestaciones derivadas de la tragedia. 

Con todo, aunque sea un consuelo irrisorio, la DANA pone de relieve la necesidad de parapetarse y crear un paradigma de seguridad diferente. La sesión de control al Gobierno en Andalucía fue un ejemplo. Prácticamente nadie ha planteado la posibilidad de externalizar, privatizar o derogar servicios de emergencias. Incluso Vox, a través de su portavoz, Manuel Gavira, recalcó que no eran “negacionistas del cambio climático”. 

A nivel autonómico, la Junta destaca que en los últimos cuatro años se han incrementado las partidas presupuestarias para el servicio de Emergencia en 81 millones de euros y habrá 16 millones más en los presupuestos de 2025.