La Unión Europea está trabajando en un gravamen para que los ganaderos paguen por las emisiones contaminantes de las vacas, que esencialmente vienen de sus flatulencias.
Bruselas quiere así imponer un pago a un sector del que se calcula que proviene el 10% de las emisiones de efecto invernadero.
Según publica La voz de Galicia, hasta el momento no han trascendido datos específicos sobre la medida, aunque estaría englobada dentro de un nuevo marco normativo que busca reducir en un 40% la emisión de estos gases entre 2021 y 2030
Esta no es la primera vez que se plantea una iniciativa de este tipo, con la que se persigue reducir el número de animales que están considerados como grandes productores de metano, un gas que tiene 23 veces más capacidad para atrapar calor que el dióxido de carbono.
300 litros de metano
Los expertos calculan que una sola vaca produce diariamente unos 300 litros de metano. Algunos estudios apuntan que si se modificase la alimentación de estos rumiantes se podría reducir esta cantidad.