El presidente de la AMYS, Ramón Cisterna, ha lamentado que en los últimos 30 años la aparición de nuevas moléculas se ha reducido de forma considerable, de modo que se podría decir que se ha entrado en la "fase cero de aparición de nuevos antimicrobianos" y por ello "la posibilidad de hacer frente a las bacterias multirresistentes es más limitada".
Ante esta situación, este experto aboga por la investigación de nuevos fármacos y por la simplificación de las normas de aprobación por parte de las agencias reguladoras y la colaboración entre industria y administraciones sanitarias.
De igual modo, los microbiólogos que han asistido a esta jornada han puesto en valor su implicación en la vigilancia y en el control de las bacterias resistentes, ya que son estos profesionales quienes conocen el proceso infeccioso, la bacteria responsable, si es resistente y qué antibiótico debe administrarse, y si precisa o no aislamiento para limitar la dispersión.
Por su parte, la doctora Ruth Figueroa, del Servicio de Microbiología y Control de Infección del Hospital Universitario de Basurto (Bilbao), propone implementar programas de vigilancia epidemiológica y de optimización de antibióticos en Atención Primaria y hospitalización, potenciar la higiene de manos para evitar la diseminación de estos microorganismos, la inmunización periódica y estrategias para el uso adecuado de antimicrobianos en ganadería.
Asimismo, los expertos en medicina y microbiología han valorado de forma muy positiva la apuesta por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas por llegar a una estrategia común con el fin de combatir la resistencia a los antibióticos. "Es una noticia positiva, siempre y cuando llegue a materializarse. Se necesitan nuevas estrategias a nivel mundial", ha apuntado esta experta.