Sin embargo, Hammond reconoció que los niveles de deuda pública eran grandes y que posiblemente no anuncie un gran aumento en el gasto cuando explique los planes económicos del nuevo gobierno británico el miércoles.
"Tenemos que asegurarnos de que la prosperidad que provenga de aprovechar las oportunidades que tenemos por delante sea compartida en todo el país y a través de la distribución de los ingresos", hizo saber el ministro a la cadena británica BBC.
A primera hora de este domingo, el Tesoro hizo saber que Hammond anunciaría 1.300 millones de libras (1.500 millones de euros) en nuevos gastos en infraestructuras como parte de sus planes para reforzar la economía de cara a los dos años de conversaciones sobre la salida británica de la UE, que deberían comenzar a principios del año próximo.
Con la economía británica enfrentando una desaceleración el próximo año y en 2018 a raíz del 'Brexit', Hammond redujo el objetivo de su predecesor, George Osborne, de convertir el déficit presupuestario en un superávit para el 2020.
También dijo que quiere flexibilidad para aliviar el apretón fiscal de Reino Unido si la economía enfrenta dificultades en los próximos años. Sin embargo, reiteró el domingo que su margen de maniobra es limitado, a pesar de que la economía británica se ha comportado mejor de lo esperado después del referendo del 23 de junio para abandonar la UE.
"Estamos muy limitados en cómo podemos abordar esto, tenemos que hacerlo con cautela y de manera apropiada", dijo Hammond a ITV en una entrevista separada.