Para las galerías que participan en la 33 edición de ARCO un buen resultado sería lograr "un treinta por ciento más de ventas" que en 2013, aunque Alberto de Juan, presidente del Consorcio de Galerías de Arte, recuerda que los negocios que se cierran en estas ferias son "caminos de larga distancia". Alberto de Juan considera que, en esta ocasión, "hay motivos fundados" en el sector para respirar "un mayor optimismo" que en anteriores ediciones. Eso está por verse. La Feria comienza este miércoles, con las visitas para coleccionistas y profesionales, y terminará el día 23 de febrero.
El último trimestre del 2013 se notó en el mercado artístico "cierto movimiento" que se echaba de menos en periodos anteriores, dice Alberto de Juan. A ese elemento positivo se añade la decisión del Gobierno de bajar, justo antes de ARCO, el IVA para la adquisición de obras de arte del 21 al 10 por ciento. "Indudablemente, esos factores generan muchas expectativas para esta feria", según De Juan, quien considera que el problema del IVA en el mundo del arte está derivado de la relación de España con el resto de la Comunidad Europea; "el principal escollo es que estamos a años luz" de ellos.
El presidente del Consorcio de Galerías de Arte lamenta que el IVA para obras de arte en la UE sea "absolutamente caótico", y denuncia que "venden una supuesta igualdad fiscal que no es tal" y que -asegura- "deja a España aislada" en el ámbito internacional si no puede competir en igualdad de condiciones con el resto de países europeos.
"Las críticas hacia la rebaja de la fiscalidad en el sector artístico por parte de quienes lo consideran un mercado de lujo son de una simplicidad enorme".
En este sentido, recuerda que los desfases eran "de tal nivel" que se podía ir a Reino Unido o Francia e importar una obra de arte con un IVA "del 5 por ciento, mientras que en España estabas pagando el 21 por ciento", una situación que se ha solucionado parcialmente gracias a "las presiones" del sector ante el Ministerio de Hacienda pero que, según el galerista de Max Estrella, sigue sin poner "en pie de igualdad" a las galerías nacionales con las extranjeras.
"¿Cómo no vamos a estar contentos cuando a nadie le están bajando los impuestos y nosotros hemos logrado que nos los bajen?", se pregunta, aunque a renglón seguido añade que "todavía seguimos lejos de los países vecinos, con los que supuestamente deberíamos de estar compitiendo en condiciones de igualdad".
A pesar de eso, reconoce que probablemente estemos "ante la mejor edición de ARCO" de los últimos dos o tres años, algo a lo que ayudan -recuerda- no solo la bajada de impuestos sino una "mejor situación coyuntural" de la economía y "el esfuerzo" de la feria por atraer a los coleccionistas internacionales.
"Hablamos de competitividad, no de privilegio", asegura el representante de los galeristas, quien subraya que Hacienda "lo sabía"
Para el galerista, las críticas hacia la rebaja de la fiscalidad en el sector artístico por parte de quienes lo consideran un "mercado de lujo" son "de una simplicidad enorme", y asegura que el mercado del arte es una industria cultural de la que viven "miles de personas" y de profesionales, y "en el que hay una cantidad enorme de los llamados mileuristas".
"Hablamos de competitividad, no de privilegio", asegura el representante de los galeristas, quien subraya que Hacienda "lo sabía" y si ha rebajado el IVA ha sido "porque el mercado del arte estaba absolutamente desactivado por una cuestión de falta de igualdad con nuestros iguales", aunque -insiste- "la pena es que haya dado el paso a medias".
"Los primeros 70.000 euros de ventas "solo valen para pagar los gastos del expositor"
Alberto de Juan lamenta "la demagogia" que vende el mercado del arte como "un mundo de privilegiados y de ricos", algo que -advierte- sitúa al sector profesional en una situación de "franca indefensión". Según el representante de los galeristas, la aspiración para esta edición de ARCO es lograr vender un 30 por ciento más" que el año pasado, aunque recuerda que las operaciones son "a largo plazo" y que en una feria "no solo se venden las piezas que están en el estand", por lo que el resultado es muy difícil de cuantificar.
Asimismo, recuerda que la inversión que supone ir a una feria de arte es "muy elevada" y que probablemente los primeros 70.000 euros de ventas "solo valen para pagar los gastos del expositor", por lo que asegura que su sueño para ARCO sería "que el último día logremos haber pagado todos los costes del estand y al artista". "De ahí que este se haya convertido en un negocio en el que uno tiene que invertir muchísimo y los márgenes, aunque parezca lo contrario, son bajísimos", sentencia.