Cultura

De la India mísera de Manu Leguineche a la superpotencia mundial alternativa a China

Se estima que India supere a China como país más poblado del mundo en los próximos días

  • Cientos de personas caminan por un mercado en Mumbai, India.

En el mítico viaje con el que cruzó buena parte del mundo en 1965, el periodista Manu Leguineche relataba al llegar a India el más que previsible fracaso de las políticas del control de la natalidad. Según explicó en El camino más corto, las campesinas indias acababan arrojando las píldoras anticonceptivas, proporcionadas por los funcionarios estatales, a los cultivos como si se trataran de semillas. El periodista comparaba así la diferencia entre India y China en el control de su población y no tardaron en verse los frutos de esta simiente. Oficialmente, India superará a China como país más poblado del mundo en los próximos días.

En los días del viaje de Leguineche, India pretendía evitar a toda costa llegar a los 1.000 millones de habitantes en el año 2000, algo que no consiguió. Leguineche también explicaba que el Estado indio puso en marcha políticas como la esterilización masculina a cambio de transistores, mientras que China ya llevaba una década fomentando el uso de anticonceptivos, recomendando retrasar la edad de natalidad y espaciar el nacimiento de los hijos. India siguió superando un crecimiento anual del más del 2% hasta los años noventa; y China, desde los setenta, consiguió bajar de los dos puntos. 

La medida más exitosa fue la conocida como política del hijo único que se empezó a aplicar a finales de los años setenta por el presidente Deng Xiaoping. Fijándonos exclusivamente en los números, la medida fue todo un éxito y consiguió reducir el crecimiento y estabilizarse en torno a los 1.200 millones de habitantes con el cambio del milenio. El gobierno chino castigaba con multas a las familias que engendraban un tercer hijo, de igual forma que premiaba a las familias que optaban por la esterilización de algunos de los miembros de la pareja. Además de la más que cuestionable intromisión estatal en los ámbitos más privados, esta medida acarreó graves consecuencias como el desequilibrio entre mujeres y hombres, más valorados culturalmente estos últimos. Miles de niñas abandonadas y adoptadas en países occidentales dan testimonio de este drama.

Según las estimaciones de la ONU, India superará a China como país más poblado a mediados de este mes de abril, aunque lo más probable es que el sorpasso ya haya tenido lugar. India lleva desde el año 2011 sin realizar un censo oficial y todas las estadísticas de los últimos 70 años arrojan cifras mareantes. Desde el año 1950 en el que la ONU comenzó a registrar datos demográficos, la población de la India ha crecido en más de 1.000 millones, es decir, más que la actual población de Europa (746 millones) o que la de América (1.002 millones). En 2030 se espera que se superen los 1.500 millones de personas, y seguirá aumentando lentamente hasta mediados de la década de 2060, cuando alcanzará su punto más alto en torno a los 1.700 millones de personas.

País joven y potencia económica

Las cifras muestran algunos de los ingredientes de una nación que se puede comer el mundo, como el porcentaje de jóvenes. En torno al 40% de la población tiene menos de 25 años, frente a censos cada vez más envejecidas de Occidente, e incluso China. Mientras que Europa se preocupa por la sostenibilidad de su sistema de pensiones, India tiene garantizadas varias décadas de una pirámide poblacional con una amplia base.

Es la quinta mayor economía mundial y en los últimos tres lustros ha sacado a más de 400 millones de personas de la pobreza extrema. A pesar de ello, es un país profundamente desigual, con una renta per cápita de unos 2.000 dólares, muy lejos de los 12.000 de China o de los 30.000 de España. También se trata de la democracia más grande del mundo, posee armamento nuclear y tiene prestigiosas universidades. En los ochenta y noventa la imagen que nos llegaba de India era de un país pobre y sucio, pero los avances durante el primer cuarto del siglo XXI, han arrancado parte de la costra de miseria tan propia de los reportajes con la madre Teresa de Calcuta. 

Fábrica tecnológica: 'Make in India'

El Gobierno lanzó en 2014 el programa ‘Make in India’ para fomentar las inversiones en la industria del país. Actualmente, Apple ya fabrica entre el 5% y el 7% de sus productos en India, según señaló el ministro de Comercio e Industria, Piyush Goyal, que aseguró que la idea de la empresa de la manzanita es aumentar la fabricación en India hasta el 25%. Las tirantes relaciones entre China y Estados Unidos están afectando a que gigantes tecnológicos pongan sus ojos en la mano de obra barata india, desde las piezas de un iPhone o un Samsung hasta la contratación de millones de informáticos que ocupan puestos en empresas tecnológicas de todo el mundo. 

La existencia de algunas de las universidades tecnológicas más prestigiosas del mundo también ha ayudado a que las gigantes del sector estén dirigidas por ciudadanos de origen indio. Es el caso de los directores ejecutivos de Microsoft, Google,Twitter (hasta la compra de Elon Musk que despidió a Parag Agrawal), IBM, Adobe, Vimeo, entre otros. El perfil suele ser el de indios que sacaron su carrera en su país, y comenzaron a trabajar en algunas de estas grandes tecnológicas en las que fueron ascendiendo. Una de las claves de esta presencia y progresión es la calidad y la fuerte competencia de algunos de los institutos tecnológicos del país, a los que se entra por méritos y no por dinero. Con la medalla de oro de la población mundial, India se aleja de ser el país de vacas sagradas caminando por caminos de barro que registró Leguineche para alzarse al podio de las potencias globales.

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