Profesor asociado de la universidad de Tokio, el carismático Kohei Saito puede presumir del triunfo internacional de su ensayo El capital en la era del antropoceno: una llamada a liberar la imaginación para cambiar el sistema y frenar el cambio climático, publicado en español en la editorial Sine qua non. Fue profeta en su tierra: despachó medio millón de copias en Japón y recibió el premio Asian Book Award. ¿Su propuesta? "Para evitar la debacle, es necesario acabar con la obsesión capitalista por la búsqueda ilimitada de beneficios. Existen soluciones para sortear la crisis, y las pistas para alcanzarlas llevan ciento cincuenta años esperando en el pensamiento del último Karl Marx”, anuncia.
Tres años después de su publicación por una editorial nipona, la conversación sigue más viva que nunca, con defensores como el presidente colombiano Gustavo Petro y polémicas cada vez que publica una entrevista. La última fue en la página web de la BBC el pasado domingo, con un titular que agitó a muchos de sus lectores: "Estoy intentando crear una nueva imagen del socialismo y el comunismo, porque si siempre pensamos que son dictaduras, la gente no piensa en alternativas a la globalización actual”, explica. Cuando sus seguidores le piden un autógrafo, le gusta estampar un sello con dibujo donde aparece su imagen junto a la de Karl Marx.
Por supuesto, la primera pregunta que le hace el periodista de la BBC es si no teme que una vuelta del comunismo desemboque en regímenes autoritarios. “Defiendo el comunismo porque soy de una generación más joven, supongo. Nací en 1987, así que no tengo una experiencia directa del estalinismo. Crecí en la década de los 90 y los 2000 y en los últimos treinta años, el mundo ha celebrado la idea de que el capitalismo y la democracia traen más prosperidad económica en todas partes. Esa es la promesa de la globalización. Pero ¿qué pasó en llas últimas tres décadas? Hemos visto más desigualdad, hay más trabajos precarios, más cambio climático, ahora tenemos guerras, genocidio… El capitalismo no ha cumplido sus promesas, por el contrario, está creando una situación más caótica, destructiva y brutal. Por eso entiendo que mi generación, e incluso las generaciones más jóvenes, están más interesadas en la idea del socialismo”, argumenta.
La vuelta del comunismo
Saito es un profesor con muchas lecturas, brillante en el terreno teórico, por eso sus críticos intentan cuestionarle por las aplicaciones prácticas de sus tesis. “No estamos hablando del comunismo que se consigue con una revolución, no. El comunismo está en todas partes, el comunismo es el cimiento necesario para el capitalismo también, porque incluso en el capitalismo nos ayudamos los unos a los otros, nos ayudamos entre familias, entre amigos, colegas, comunidades. Ese es el comunismo que está en todas partes, pero el capitalismo lo explota y marginaliza este tipo de actividades porque no contribuyen al crecimiento económico, al PIB (Producto Interno Bruto). Hay muchas experiencias: acabo de visitar Copenhague, donde hay estrictas limitaciones a la altura de los edificios, todos los edificios son bastante bajos, y eso es, de alguna manera, una ciudad decreciente. La gente de Copenhague no se da mucha cuenta de esto, pero si vienes de Nueva York o Tokio, lo ves”, destaca.
"No propongo una revolución, sino más bien reformas que pueden implementar cambios dentro del capitalismo", aclara
Otros ejemplos de ciudades con políticas comunistas que suele mencionar son Ámsterdam y… !Barcelona¡ “Ellos no usan la palabra comunista porque algunas de esas transformaciones, como decía antes, pueden ser implementadas dentro del capitalismo. Quizás piensan que es una buena transformación capitalista, pero yo creo que podemos acelerar ese tipo de transformaciones cuando reconozcamos que no son compatibles con el capitalismo. No se trata de una revolución, y esa es una gran diferencia con el socialismo del siglo XX. Yo no propongo una revolución, sino más bien reformas que pueden implementar cambios dentro del capitalismo, pero no es para construir un mejor capitalismo, es para ir más allá del sistema, es un reformulismo revolucionario”, aclara para tranquilidad de los escépticos.
La fuerza de Saito tiene que ver con su potente conexión con el público joven. Así lo explicó en la revista marxista Jacobin: “Hoy en día la gente joven tiene poco dinero y está muy ocupada con YouTube, TikTok y cosas por el estilo. No leen este tipo de ensayos teóricos. Pero, gracias al éxito del libro, los estudiantes empezaron a leerlo. Y sorprendentemente, ellos son quienes aceptan más fácilmente mi propuesta radical. Cuando hablo de Marx y de comunismo, la gente que tiene aproximadamente mi edad expresa dudas o incluso menosprecio por considerarlo caduco y relacionarlo con la Unión Soviética y la dictadura. Cuando hablo de decrecimiento, la gente del mundo de los negocios dice que entiende mi crítica al capitalismo, pero que el decrecimiento todavía empeorará más la situación. Pero la generación más joven se plantea que quizás esta es la vía”, celebra.