Cultura

L. A. Gámez, periodista científico: “Es una pena que en España no se hayan hecho estudios serios sobre espiritismo”

El periodista publica 'El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma. Y otras historias de lo paranormal'

  • El periodista científico Luis Alfonso Gámez

En 2025 toda la Hispania está todavía dominada por los grandes magufos ¿Toda? No, un pequeño grupo de escépticos actúa como aldea irredenta ante estos literatos aficionados que juzgan el pie de página como pecado. Su particular Astérix es Luis Alfonso Gámez (Bilbao, 1962), que ahora saca un recopilatorio de sus columnas clarividentes en la revista “Muy Interesante” de nombre El anciano que murió haciendo el amor con un fantasma (Menoscuarto Ediciones, 2024).

Pregunta. ¿De dónde viene este libro desfacedor de mitos del misterio y lo paranormal? ¿Fue una vieja petición de José Pardina de Muy Interesante?

Respuesta. Sí, exactamente, pero fue una petición más bien de Enrique Coperías, que era el director de Muy Interesante cuando se me llamó. Me dijo que quería tener una sección escéptica. Es decir, escribía tanto sobre la transmisión de La guerra de los mundos como las pócimas mágicas que vendía Gwyneth Paltrow.

P. ¿Cómo elegías las historias a publicar? ¿Buscabas el génesis de muchos fenómenos como el “forteano” o las psicofonías?

R. Eran a mi gusto, aunque de vez en cuando me decían sobre algún tema: tenían buena visión y eran colegas. Quería contar al lector, también, que en realidad lo paranormal se inventó como tal hace 100 años.

P. De hecho, tu libro tiene un punto de introducción escéptica a los fenómenos paranormales, su génesis, bastante interesante

R. Sí, la historia es un poco la que nos pasa a todos los periodistas: hay que contar las cosas para que la gente las entienda sin tenerse que ir a otras fuentes.

P. Tu libro está bastante bien investigado, también: remites a páginas exactas de libros como en los ensayos clásicos. Es difícil de ver esto ahora y en la licenciatura de historia era obligatorio.

Bueno, yo también estudié historia y la manía era esa. El gran problema fue que cuando escribí para prensa no llevaba notas al pie, las escribí de carrerilla. Tuve, así, que revisar todas las fuentes para ver la página exacta de la que había salido mi cita.

P. En la carrera se decía que “la nota al pie nos hace científicos”

R. Exacto. Así puedes dar la página exacta de El libro de los condenados de Charles Fort, que fue uno de los primeros en postular la visita de naves de otros mundos. 

P. En ese sentido, el ensayo es un palimpsesto donde se reutilizan obras de otros. Hay que citarlos.

R. Claro, claro. Cuando dicen “estamos a hombros de gigantes”, no:  siempre hay alguien que ha escrito algo antes.

P. Una historia fascinante es la visita de los hermanos Davenport a España y su armario de los espíritus en marzo de 1875 -el gobernador civil tuvo que intervenir en Madrid por la escandalera-

R. Sí, es muy divertida. Yo había leído una referencia a los Davenport en España…

P. La fecha es esencial: el país está en guerra en el norte con los carlistas y se acababa de entronizar a Alfonso XII con un pronunciamiento. Unos espiritistas en España serían otro problema más…

R. Encontré las referencias del evento espiritista en Madrid y Barcelona y es muy divertida la reacción en prensa. Otro enlace histórico: en 1897, en la guerra de Cuba, se da la noticia de la gran aeronave en la costa oeste de los EE. UU. y a la vez en la costa este había portadas con “¿Cómo vamos a bombardear Cuba?” (risas). Es una dualidad: no sabemos de dónde vienen esas aeronaves, pero a la vez vamos a bombardear Cuba con dirigibles. Volviendo a los Davenport, es una pena que no se hayan hecho en España estudios serios y profundos sobre el espiritismo.

P. ¿Es 'El retorno de los brujos' la obra clave en fundamentar la mayoría de las historias del misterio español? Se cita en varios capítulos

R. Sí, sí: es clave no solo en España, sino que yo creo que en todo el mundo occidental. La novedad era contarte una anécdota tras otra, sin mucha coherencia en un estilo retórico que es habitual con los periodistas del misterio: “aquí tienen las pruebas, lleguen ustedes a las conclusiones”.

P. Es un puro juego retórico

R. Si te dan las pruebas arregladas, llegan a las conclusiones que han amañado. El retorno de los brujos fue un pelotazo y se da en plena época “hippie”. De hecho, no son solo ellos: Joan Quigley como astróloga aconsejaba a Ronald Reagan en los años 80. Aquí en España reputados intelectuales y políticos consultaban a la bruja buena de Ulía en San Sebastián.

P. El propio Jordi Pujol tenía también una bruja

R. Leire Pajín llegó a llevar una “power balance”, incluso. Volviendo a El retorno de los brujos, esta obra además se rodea de un halo intelectualoide donde empieza un tema, acaba el otro y no da tiempo a digerirlo. La tesis es que vivíamos en un mundo que no es real y que existía una realidad oculta (lo paranormal, ya enunciado por Fort). El libro fue un tsunami por su éxito editorial y las obras contrarias quedaron perdidas como anécdota. Mezclaba literatura y ciencia real, pseudo ciencia, lo cual confundió mucho al lector. Se equiparaba la credibilidad de cosas contrapuestas.

P. Arcadi Espada afirma que “cualquier elemento de ficción en una no ficción convierte en ficción el conjunto”

R. Claro, efectivamente. Esto es una cosa vieja ya que nació con los medios de comunicación de masas en 1830 con los diarios a penique. Se publicó en ese tiempo el “gran engaño de la luna” afirmando falsamente que el astrónomo John Herschel había visto habitantes allí. Se mezclaban hechos reales con falsos.

P. ¿Qué importancia tiene el mundo rural norteamericano en el génesis del fenómeno ovni?  ¿No tiene algo de adaptación de los cuentos de hadas a una sociedad técnica como fue desde el inicio EE. UU.?

R. Para mí el germen del fenómeno ovni se da en el siglo XIX y tiene varios agentes. Viene de los continuos descubrimientos astronómicos desde el siglo XVII. Va unido al avance de los telescopios y gracias a esto se especula con canales en Marte y llegan a identificar continentes o mares: Carl Sagan, de hecho, dice que la vida inteligente estaba más bien a este lado del telescopio. Los platillos volantes coinciden con el fin de la segunda guerra mundial, EE. UU. acaba de salir del conflicto, y existe el miedo al ruso. 

Esto no es accidental: los primeros avistamientos de ovnis en la costa oeste no se juzgaban como extraterrestres en las encuestas que hacía Gallup sino más bien como armas enemigas. Es 1947 y la imaginería ovni no aparecería hasta dos o tres años después con dos películas sobre platillos volantes: el serial Bruce Gentry y el filme El platillo volante. Poco antes, además, existían las historias fantásticas de la novela “pulp”.

P. Esto lo llamó el escritor Agustín de Foxá “La mecanización de las hadas” en un artículo de ABC en agosto de 1948. Hablaba de cómo la ciencia ficción era la adaptación de los cuentos de hadas a una sociedad técnica como la estadounidense.

R. Es que los platillos volantes son exactamente eso: las hadas viven en un mundo inalcanzable como los ovnis. Al alcanzar los cielos, pues aparecen los alienígenas que secuestran humanos (lo mismo que pasaba con los cuentos de hadas).

P. Háblame algo del indescriptible Joaquín María Argamasilla, el marqués con rayos X en los ojos, y que no podía ser otra cosa que carlista

R. (Risas) Sí, es hijo de carlistón y es un personaje fascinante. Estamos hablando de la España de los años 20 y su padre es uno de los adalides de lo que se llama la metapsíquica (parapsicología en aquel tiempo). Este comentó que su hijo podía ver a través del metal, rayos x, pero si lo envolvía en papel no podía. Esto tiene una explicación: lo que encerraba dentro lo podía ver al entreabrir la caja, cosa imposible si es cubierta en papel.

P. ¿No te parece que la zona vasco-navarra siempre ha sido un hervidero de ufólogos? No sé si debe a la fuerte tradición religiosa, primer paso para la credulidad…

R. No te creas que ha habido mucho en esta zona. En España donde ha existido más ha sido en Cataluña. En el País Vasco se han dado pocos ovnis: no existieron esos encuentros que hacía Luis José Grífol en Montserrat. Aquí somos más de la virgen, que no deja de ser una variación del mismo tema.

P. Una variación “vintage”

R. La virgen y los extraterrestres dan un mensaje de paz, aunque la primera suele dar también un mensaje inmobiliario: levantadme una basílica. Cuando me interesé por los ovnis en los 70 era muy complicado encontrar a alguien en esta zona y solo existía J.J. Benítez. Lo que sí surgió aquí fue el primer escepticismo dentro del fenómeno ovni.

P. Quiero volver a los ovnis, ¿No demuestra la retransmisión de 'La guerra de los mundos' de Orson Welles que el formato periodístico puede ser el envoltorio perfecto para una mentira?

R. El guionista de esta retransmisión tiene un libro maravilloso que cuenta que no lo creyó tanta gente: esto fue también un mito inventado por la prensa. Con solo cambiar el dial podía verse que no existía tal invasión. Luego la invasión que narra Welles duraba una hora: las naves despegaban desde Marte, aterrizaban y tomaban Nueva York de ocho a nueve. Lo importante de ese hecho es que todos los mitos contemporáneos son inseparables de los medios de comunicación: cuando el periodista que habla con el piloto Kenneth Arnold, primer testigo ovni, y en lugar de transcribir búmeran lo hace como platillo volante la gente empezó a verlos.

Iker Jiménez durante la emisión de su programa de televisión

El periodista Iker Jiménez.

P. Welles, que utilizó los métodos periodísticos para disfrazar la mentira, era uno de los mayores seguidores del mago Houdini y recordaba una cita suya en Fraude: “un mago no deja de ser un actor” ¿Podríamos considerar a Iker Jiménez, en ese sentido, uno de los mejores actores de España?

R. Para eso tendríamos que presuponer varias cosas. Primero, que él no se lo cree, algo que no lo sé. En el mundo del misterio español, por otra parte, siempre ha sido bastante evidente que quienes han sido más famosos son los menos fiables. Los grandes ufólogos como Vicente-Juan Ballester Olmos rehúyen la luz pública y no quieren salir en televisión. 

A la pregunta de si Iker Jiménez es un actor, hay gente que dice que el que era buenísimo era Fernando Jiménez del Oso y eso es una visión romántica. Las patochadas que contaba Jiménez del Oso son equiparables a las que cuenta Iker Jiménez. Son los mal llamados periodistas del misterio, ya que un periodista persigue la verdad…

P. Periodista del misterio es oxímoron

R. Efectivamente. Viven de engordar el misterio: cuando lo explican, todo se va al garete. Existe una auténtica industria de la mentira que mueve muchísimo dinero con editoriales (Planeta, Cúpula, etc.), programas de televisión, radio, etc.

P. Me gusta mucho tu vindicación de los alienígenas ausentes en el filme 2001: Una odisea en el espacio, pero ¿No estaba ya la idea en la estupenda novela El fin de la infancia de Arthur C. Clarke? 

R. Vamos a ver, es que la presunción de la ufología es la misma de la religión católica: crear dioses y extraterrestres a nuestra imagen y semejanza. Kubrick sabe que esto no puede ser creíble y crea así unos alienígenas que solo existen a través de una herramienta que es el monolito.

P. El libro de Pons Prades El mensaje de otros mundos (1982) son casi alienígenas de la CNT. Comunidades autónomas ácratas con banderas rojinegras.

R. De hecho, algunos autores presentan alienígenas nórdicos guapos en sus ficciones. Kubrick en “2001…” y Arthur C. Clarke en la primera parte de El fin de la infancia son más inteligentes, creen en que la ciencia avanzada es indistinguible de la magia, y deciden no enseñarlos. 

P. Ahora que sacas el tema racial, es indescriptible en tu libro el suizo Erich von Däniken ¿Es cierto que en Profeta del pasado llega a hablar de los negros como una raza fallida?

R. Si, claro. Es que en el fondo la idea de los antiguos astronautas es racista: nunca afirman que el Partenón o el Coliseo lo hicieron alienígenas. Siempre es en África o Asia ya que son humanos sin conocimiento. En el fondo, es un desprecio al ingenio humano y a mí me enerva también el racismo o vincular la inteligencia al color de la piel.

P. ¿Por qué el mundo del misterio tiene tanto tirón en los extremos ideológicos? El nazismo ufológico o los citados alienígenas de la CNT de Pons Prades

R. Yo eso tampoco lo tengo muy claro. Una parte, es verdad, estaba enlazada con la ultraderecha en los 70 y los 80. Las revistas del misterio tenían predilección por Hitler y cada año tienen dos o tres portadas con nazis y esvásticas (tienen mucho tirón). También creo que hacemos una lectura simplista: derecha supersticiosa y la izquierda no. La primera se enlaza con el catolicismo, pero es que la izquierda en España está ahogada por la homeopatía…

P. La izquierda anti-racionalista posterior al 68

R. Exacto. Tenemos en España una izquierda anti lustrada que ha estado contra los transgénicos y hasta hace dos días ha promovido los tratamientos alternativos. La izquierda tiene sus patologías y su “happy flowerismo”, podríamos llamar.

P. Sigo con historias de tu libro ¿Cómo pudo pasar por real Jiménez del Oso un documental “fake” sobre la colonización de otros mundos como Alternativa 3 en TVE? ¿No se cesó a nadie?

R. No he tenido yo noticias de eso y Jiménez del Oso tuvo la ventaja de que ocurrió en un momento en el que era muy difícil tener información directa de lo que pasaba fuera de España (no existía Internet). Yo estoy convencido que Jiménez del Oso mintió deliberadamente para vender la moto. La otra alternativa es que era muy tonto y esto no era así. Sus discípulos todavía justifican este suceso.

P. ¿Cómo recogieron los periódicos la polémica?

R. No la recogieron, lo cual fue un error ya que mucha gente se lo creyó. Recuerdo hablarlo en la universidad con compañeras y les dije -ellas sabían de mis locuras- que “era todo falso”.

P. Acabando la entrevista, ¿Has sido perseguido por ser el escéptico más conocido en España junto a Gustavo Bueno? La violencia de Bruno Cardeñosa o Iker Jiménez contra ti da verdadero miedo

R. Estos dos son personas que te pueden insultar, que a mí me da igual como periodista -tengo la espaldas anchas-, pero sí ha habido gente que me ha dicho “sé dónde vives”. Viviendo en Bilbao, trabajando en “El Correo…” (buena parte de mis compañeros estaban amenazados por ETA), esto no tranquiliza. Ahora, nunca he sentido miedo. Eso sí, hay algunos personajes del misterio que son bastante macarras. Lo único que me da rabia es que engañen a la gente.

P. Y, para terminar, ¿Cuánto hay de verdad en la sentencia de Platón que dijo Gustavo Bueno en televisión a varios hombres del misterio?  “Las cosas verdaderas pueden ser muy bellas, pero nada valen si no están vinculadas a su fundamento”

R. (Risas) Uf, qué profundo es eso. Mira, a mí me gustan mucho todas las historias de lo paranormal y quiero dedicarles el resto de mi vida porque son mitos contemporáneos. Y detrás de ellos siempre estamos los humanos: da igual espíritus, extraterrestres o la Atlántida.

Libro Gámez

 

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli