Entrenar de vacaciones puede dar mucha pereza. Es un momento de desconexión y descanso, pero también es importante seguir manteniendo una rutina de entrenamiento que nos facilite la vuelta a la rutina tras los días de relax. Piensa que si tu organismo está acostumbrado a hacer ejercicio, si se lo quitas durante muchos días en verano, se resentirá.
No hay que forzar la máquina ni tratar de seguir el mismo ritmo que el resto del año (si puedes hacerlo, adelante), sino seguir manteniendo una pequeña rutina (será la única que sigas en vacaciones) para que a la vuelta no sufras agujetas ni te cueste la vida retomar tus entrenamientos.
Recuerda que hacer ejercicio es igual a salud. Puedes hacer unos abdominales al levantarte, aprovechar la piscina o el mar para ejercitar tus músculos como en una clase de aquagym o evitar coger el transporte público para moverte e ir caminando a buen ritmo. Todo esto suma y hará que tu cuerpo se sienta activo y con más energía.
Entrena con tu peso corporal
Ya te hemos hablado de cómo puedes entrenar con tu propio peso corporal. La llamada Calistenia es una disciplina que está muy de moda y es perfecta para entrenar mientras estamos fuera de nuestro hogar. Porque no en todos los hoteles hay un gimnasio y quizá prefieras además aprovechar el buen tiempo, ya sea en la playa o en la montaña, para entrenar al aire libre y respirar naturaleza.
Si tienes un entrenador personal, pídele que te diseñe una tabla de ejercicios para hacer sin ningún tipo de material ni accesorios. No necesitas mancuernas, ni gomas ni bancos para hacerlos. Puedes hacer ejercicios para fortalecer glúteos, abdominales, tríceps y bíceps, entre otros. Desde sentadillas a burpees pasando por flexiones, hay un buen número de ejercicios que te ayudarán a seguir en forma en tus días de relax.
Menos es más
Esta máxima es perfectamente aplicable a los entrenamientos en vacaciones. Lo primero: con que metas unas zapatillas de deporte en la maleta, será casi suficiente, ya que puedes entrenar con una camiseta y un pantalón corto e incluso en bañador.
Lo mejor es llevar a cabo entrenamientos cortos pero más eficaces, como un Hiit, que son 30-35 minutos a máxima intensidad y lo puedes hacer en cualquier sitio, ya sea en la playa, en la habitación del hotel o en el jardín. Puedes acompañar estos entrenamientos con días de fuerza, pero sin forzar, y añadir un día de estiramientos y movilidad para mantener la elasticidad y evitar dolores innecesarios.
Tips para entrenar de vacaciones
Seguro que durante el resto del año mantienes una rutina de entrenamientos con unos días fijos a la semana para ir al gimnasio o hacer deporte al aire libre. Esa rutina es difícil de seguir durante las vacaciones puesto que nuestros horarios cambian de manera radical. Nos levantamos más tarde, comemos más tarde, cenamos a una hora que no es la habitual, tomamos el aperitivo… Todos estos cambios dificultan que encontremos el momento idóneo para entrenar, por lo que te recomendamos que pese a estar de vacaciones, mantengas una pequeña rutina diaria para hacer ejercicio.
Quizá lo más cómodo es hacerlo por la mañana para así poder olvidarte el resto del día y disfrutar al máximo de los días de asueto. Además, si salen planes improvisados, tú ya habrás entrenado por lo que podrás apuntarte a todo lo que te apetezca sin haber dejado de lado ‘tus obligaciones’.
Además es aconsejable cambiar tu rutina deportiva. Puedes incluir algún día más descanso si tu cuerpo te lo está pidiendo a gritos, salir a caminar por la playa de buena mañana, nadar en la piscina o hacer running al caer el sol, por ejemplo. No hace falta que entrenes una hora, saca aunque sea media hora o 40 minutos para moverte de una u otra manera. Varía para no aburrirte y así cuando vuelvas al gimnasio seguirás en buena forma y te será más fácil volver a tus entrenamientos habituales.
¿Por qué no probar un deporte nuevo? Puedes empezar a practicar surf o paddle surf, puedes salir a correr por la playa con algún amigo, a montar en bici aprovechando el buen tiempo o incluso jugar al voley playa con amigos o al tenis o al pádel con algún compañero que también esté de vacaciones. Quizá así descubras una nueva afición sana y divertida. De hecho, si en vacaciones haces ejercicio con alguien más te será más fácil no perderte en la vaguería o la pereza. Entre los dos os animaréis y no hay nada mejor que luego disfrutar de una buena comida con el ‘deber’ cumplido.
Antes de volver a la rutina tras las vacaciones, planifica tu nuevo planning de ejercicios. Retoma poco a poco las clases de fuerza, no intentes estar al máximo desde el primer día y trata de ir día a día sin forzar para evitar posibles lesiones o dolores.
¿Y si decides no entrenar en vacaciones?
Si tu cuerpo está acostumbrado a entrenar de manera habitual, lo más recomendable es que aunque sea de una manera más relajada, sigas entrenando en tus días de vacaciones. Dejar de hacerlo de golpe puede llevar consigo algunas consecuencias. Por ejemplo, un par de días sin hacer ejercicio puede ser bueno para que la musculatura se recupere y regenere, pero si estás una semana entera sin actividad, las fibras musculares empiezan a debilitarse y el cuerpo comienza a retener más líquidos de lo normal.
No te agobies ni te obsesiones. Si crees que necesitas descansar más de la cuenta, adelante, pero debes saber que el organismo reacciona si le quitas de golpe a lo que está acostumbrado. Tras 15 días de vacaciones sin hacer nada, tu resistencia cardiovascular empezará a disminuir de forma considerable y tu forma física empeorará. Todo lo que intentes retomar, te costará el doble.
Y si eres de los que se va un mes entero de vacaciones y ni se lleva las zapatillas de deporte, debes saber que se gana grasa y el músculo se debilita, por lo que verás cómo vas perdiendo todo lo que conseguiste en los 11 meses anteriores. Puede que hasta duermas peor y te sientas más estresado.
