Adelgazar es relativamente sencillo, y cuanto más kilos nos sobren, más aún, pues nuestro cuerpo eliminará la grasa antes. El problema es que nos creemos mitos que impiden que perdamos peso con cierta rapidez. De hecho, al contrario de lo que muchos creen, no es cuestión de comer menos ni de pasar hambre, sino de comer lo indicado en el momento justo del día.
La mayoría de nosotros llevamos una dieta que no es sana, más por falta de información que por otra cosa. Y creemos, erróneamente, que para adelgazar hemos de hacer grandes sacrificios, cuando en realidad todo consiste en llevar a cabo ciertos ajustes y dejar de cometer errores que echan todo nuestro esfuerzo por la borda.
Para que no pierdas tiempo ni energía, te decimos a continuación los errores más comunes que existen en planes de adelgazamiento:
1) Mala elección de los alimentos
El nutricionista y entrenador David Stache, de Instant Knockout, afirma que sin una dieta adecuada no conseguiremos ningún resultado visible: "Podrías estar entrenando incansablemente en el gimnasio, pero si no alimentas tu cuerpo con todos los nutrientes y calorías adecuados, no verás resultados", dice a The Sun.
"Llevar una dieta saludable es un aspecto imprescindible para adelgazar con eficacia", añade, instando a todos aquellos que quieran perder peso a comer alimentos 'reales', esto es, nada de procesados.
Uno de estos errores comunes en la elección de los alimentos consiste en desterrar por completo la grasa buena. Y no hay que temerla, al revés. Si eliges los tipos de grasas adecuadas, puedes adelgazar más rápido. Estas son las poliinsaturadas, como el omega 3, o las monoinsaturadas. Encontramos las 'grasas buenas' en alimentos como el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos o el salmón.
2) Entrenamientos demasiado intensos
El ejercicio es fundamental para prevenir enfermedades y aporta numerosos beneficios, pero la pérdida de peso no es uno de los principales si no lo acompañas con dieta o con una alimentación menos calórica que la usual. Lo ideal es enfocarse en comer más sano y menos cantidad, ya que adelgazar sólo a base de ejercicio es muy difícil.
Así lo apunta el nutricionista mencionado: "Hacer demasiado ejercicio y acabar reventado tras una sesión de entrenamiento demuestra que estás dándolo todo, pero si luego te quedas todo el día sentado de lo cansado que estás no sirve de nada. Es posible que estés haciendo demasiado ejercicio".
"Lo que hacemos en el gimnasio es sólo una pequeña parte para la obtención de resultados y las investigaciones han demostrado que a medida que nos esforzamos más de lo que deberíamos, nuestro cuerpo se recupera más lentamente, conservando la energía" o, lo que es lo mismo, ralentizando el metabolismo.
Stache es claro: "Los resultados no se obtienen de la noche a la mañana, y entrenar de forma inteligente es mucho mejor que salir a gatas del gimnasio".
Además de lo señalado por el experto, cabe señalar que hacer demasiado ejercicio puede hacernos engordar. Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Arizona lo comprobó tras analizar a 81 mujeres sedentarias y con sobrepeso que siguieron un programa de ejercicios durante tres meses, que consistió en hacer 30 minutos de caminatas rápidas durante tres veces por semana. Sorprendentemente, la mayoría de ellas no perdieron peso al volverse más activas, y más de la mitad aumentaron de peso.
Lo mejor es que combines una dieta sana, variada, baja en calorías y alta en proteínas, como ya te hemos contado aquí, con algo de ejercicio para acelerar la pérdida de peso y tonificar el cuerpo.
3) Comer demasiadas proteínas
La proteína es importante, pero si comes demasiada, almacenarás el exceso en forma de grasa y no adelgazarás. Es cierto que cuantas más proteínas consumas más acelerarás tu metabolismo o, lo que es lo mismo, más peso perderás en reposo, pero si te pasas no lo conseguirás.
4) No dormir lo suficiente
Si a pesar de estar a dieta no adelgazas ni un gramo, debes saber que hay ciertos hábitos nocturnos comunes que podrían estar afectando a tu cuerpo y a tu metabolismo. El error más usual es dormirse demasiado tarde. Das vueltas y vueltas y no consigues pegar ojo. El estrés y la ansiedad te están impidiendo descansar, y esto te hace engordar lo quieras o no. Un estudio publicado en Obesity Reviews demostró que el estrés, la falta de sueño y el aumento de peso están asociados entre sí.
Cuando tenemos estrés comenzamos a liberar hormonas, especialmente adrenalina y noradrenalina. Nuestro cuerpo está alerta y se piensa que va a tener que hacer frente a una situación peligrosa, por eso no puede relajarse. También liberamos cortisol, una hormona que ayuda al cuerpo para hacer un gran esfuerzo físico en situaciones de emergencia. Al segregar estas hormonas, dormimos poco y al día siguiente nos lanzamos a alimentos repletos de azúcar, tal y como ha demostrado este estudio, lo que nos lleva a engordar o a no adelgazar a pesar de hacer el resto de cosas correctamente.
5) Lo estás haciendo solo
El mencionado experto afirma categóricamente que uno de los errores más comunes en planes de adelgazamiento es, sin duda, hacer el camino solo: "Las personas creen que pueden hacer todo por sí mismas y tener éxito a largo plazo, pero no es así".
"Cuando intentas alcanzar tus objetivos de pérdida de peso, necesitas el apoyo de quienes te rodean, ya que pueden ayudarte a mantenerte encaminado. No hay nada peor que arrastrarte al gimnasio por tu cuenta cuando no quieres y salir a comer con amigos que están disfrutando de sus comidas mientras tú sigues una dieta. Si realmente quieres alcanzar tus metas, debes hacerlo con otras personas que te motiven a tener éxito", sentencia.
Así que ya sabes, busca ayuda en tu entorno.
Y esto es todo por hoy, lector. Si te has quedado con ganas de más te recomendamos este artículo sobre cómo acelerar el metabolismo.