La pasión en las relaciones de pareja puede no estar siempre en su mejor momento. Hay situaciones personales o laborales que provocan que sintamos que esa chispa que teníamos antes se está apagando poco a poco. Puede ser algo puntual o externo a vuestra relación, pero en muchas ocasiones lo que ocurre es que no estamos prestando la suficiente atención a la persona que tenemos al lado y tampoco al sexo.
El estrés, la rutina diaria, el paso de los años, la familia, los quebraderos de cabeza de cada día pueden hacer que una relación se enfríe y llegue a un punto en el que el deseo sexual prácticamente brille por su ausencia.
Esto es algo bastante frecuente, sobre todo, en parejas que llevan juntas ya muchos años y han ido perdiendo esa ilusión o interés por la otra persona. Pero si realmente sigues queriendo estar con él o con ella, si el amor es fuerte y si crees que es algo solucionable y tu idea es poner remedio, no es tan complicado como puede parecer en un principio reavivar la llama de la pasión.
Busca a tu pareja
Sí, hay veces en la que hay que buscar y propiciar esos momentos de intimidad que tal vez habéis dejado a un lado. Muchas veces, con las obligaciones se nos olvida mirar al otro y vamos perdiendo esos detalles que van haciendo mella poquito a poco en la excitación o el deseo por el otro.
Plantéate cuándo fue la última vez que ‘provocaste’ una situación de intimidad entre vosotros, cuándo buscaste a la otra persona en la cama para pasar un rato divertido o cuándo sin que se lo esperase la sorprendiste con un beso apasionado que os llevó a mantener sexo de forma improvisada.
Si la respuesta es que hace tiempo que no haces nada de eso, intenta cambiarlo. No hay que hacer grandes gestos para sorprender al otro. Pon de tu parte también en el sexo, busca a la otra persona, dale un beso inesperado cuando por ejemplo esté cocinando, sorprende a tu pareja en la ducha y cuélate para ducharte con ella o cuando estéis en el sofá viendo la tele inicia un juego que la excite y os lleve al clímax.
Un poco de picante en tu día
Como decíamos, no hay que hacer grandes gestos románticos y sorprender a tu pareja con un viaje a la otra punta del mundo para reavivar la llama sexual. Hoy en día, las tecnologías nos permiten jugar y levantar el ánimo de otra persona de una forma muy excitante.
Mándale un mensaje picante mientras está trabajando; déjale una nota con algo que le harás en la cama cuando vuelva a casa escondida en la chaqueta o en el bolso para que la lea en un momento inesperado; explícale en un mail (siempre usa un mail personal y no del trabajo) qué te gustaría que te hiciera o cuál es tu fantasía sexual para cuando os veáis la próxima vez ponerla en práctica…
Una idea es grabar en vídeo una de vuestras relaciones y luego verla juntos para poneros a tono, podéis ir juntos a una tienda de juguetes sexuales para elegir uno cada uno y luego usarlos en la intimidad, escribir vuestras fantasías en un papel y que sea el otro el que las lea en alto… Sé curioso, excitante y pon una chispa de atrevimiento a tu relación.
Tiempo para vosotros
Es fácil decirlo, pero no tanto ponerlo en práctica. No siempre hay que dejarlo todo a la improvisación, sino que también hay que buscarlo. Requiere esfuerzo y que las dos partes pongan de su parte. Si hace tiempo que no salís a cenar solos, poned una fecha, reservad un restaurante y hacedlo. Dejad a los niños (si los tenéis) con alguien y dedicaos una noche para vosotros dos, sin nadie más que os interrumpa.
Puedes proponer a tu pareja hacer una escapada romántica a algún sitio cercano a vuestro hogar e incluso en la misma ciudad en la que vivís podéis dormir en un hotel en lugar de hacerlo en casa. Es importante estar tranquilos, apagar el móvil, desconectar de los problemas y mirarse a los ojos. A partir de ahí, todo irá surgiendo y será una forma estupenda de reencontraros.
Habla de sexo
Igual que hablamos de cómo nos ha ido en el trabajo, de lo que tenemos que hacer al día siguiente o de cualquier tema familiar, ¿has probado a iniciar una conversación con tu pareja sobre sexo? Empieza poco a poco, contándole qué te gustaría que te hiciera, luego deja que la otra persona exprese su opinión, su fantasía realista y factible, si ha tenido algún sueño subido de tono contigo… Seguro que la excitación irá en aumento y llegará un momento en el que solo queráis poner en práctica lo que estáis hablando.
Pasión con los cinco sentidos
Las relaciones sexuales necesitan de los cinco sentidos… literalmente. Prueba a usar un nuevo perfume que sepas que le gusta, vístete para la ocasión (por dentro y por fuera), pon música relajante, prepara una cena con la que se quiera chupar los dedos, dale un masaje excitante sin tocar sus partes íntimas pero que le lleve a querer más y más o prepara un baño con sales olorosas en el que poco a poco vayáis aumentando la estimulación… El contacto físico, el contacto piel con piel y las caricias favorecen la producción de oxitocina, fundamental para que tus relaciones sean mucho más satisfactorias.
Acaba con la rutina en la cama
Conviene que la comunicación fluya entre vosotros también en este aspecto. Hay que romper tabúes y conocer dónde está el origen de esa falta de deseo sexual. Tal vez la otra persona necesita que tomes la iniciativa. Incluso hay lugares que organizan talleres de sexo para reavivar la chispa de la pasión, resolver dudas sexuales y ayudarte a buscar opciones que te hagan recuperar la ilusión, ¿por qué no probarlo? No sientas vergüenza y sólo dejate llevar.
Si habéis hablado y estáis de acuerdo, plantéale juegos sexuales, probar posturas nuevas, leer párrafos de una novela erótica juntos, buscar lugares nuevos y excitantes en los que mantener relaciones y, si está de acuerdo, dad rienda suelta a vuestras fantasías… ¡y a disfrutar!