El verano es sinónimo de vacaciones, tiempo libre… y para muchos, de siestas. Son muchos los que aprovechan los días libres para disfrutar de este deseado sueño después de la comida. Un sueño reparador a mitad del día que los expertos aseguran ofrece numerosos beneficios para la salud. Eso sí, no en todos los casos.
Y es que lo que para unos es un corto descanso capaz de recargar de energía el cuerpo para afrontar el resto del día, para otros es un largo sueño que a la larga puede ocasionar, entre otros, problemas para por la noche conciliar el sueño. Parece que, en ocasiones, somos incapaces de controlar el tiempo que dura la siesta…
¿Cuánto tiempo deber durar la siesta?
Aunque existe disparidad de opiniones sobre cuánto debe durar la siesta perfecta para ser beneficiosa, la mayoría de los expertos coinciden en que no debe ser demasiado larga. Es decir, lo suficiente para ser reparadora, pero no prolongarse en exceso como para ser perjudicial.
Y es que, tal y como han demostrado diversos estudios, mientras una siesta corta, de entre 15 y 30 minutos de duración (aunque algunos expertos incluso aseguran que con 10 minutos es suficiente), ofrece numerosos beneficios para la salud, las más largas, como el caso de las superiores a 60 minutos, puede ocasionar malestar. Y es que, además de complicar que podamos conciliar el sueño por la noche, diferentes estudios desvelan que puede ocasionar problemas para la salud.
Beneficios de la siesta
Aunque España es conocida por su tradicional siesta después de comer, según los datos, esta es una fama infundada. Y es que al parecer, según una encuesta recogida hace unos años por la 'BBC', casi el 60 por ciento de los españoles nunca duerme la siesta, mientras que tan solo un 18 por ciento asegura disfrutarla solo algunas veces.
En los últimos, han sido mucho los expertos que han desvelado los beneficios que las siestas cortas tienen para la salud. Así lo desveló Guy Meadows, especialista en fisiología del sueño y cofundador de The Sleep School, a 'BBC Mundo': “El principal beneficio de las siestas breves es que contrarrestan los efectos fisiológicos que ocurren en el cuerpo desde que nos despertamos”.
Según la Fundación Española del Corazón, la ciencia ha demostrado que la siesta proporciona diferentes beneficios físicos y mentales:
- Protege al corazón: la siesta es capaz de prevenir cardiopatías ya que ayuda a disminuir en un 37 por ciento el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Algunos estudios aseguran que las personas que tienen por costumbre dormir siesta, tienen cerca de un 40 por ciento menos de probabilidades de sufrir un infarto.
- Favorece la relajación: según apunta la FEN, “cuando se duerme, se libera la hormona del crecimiento, antídoto del cortisol, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés y la ansiedad, ayuda a reparar los músculos y a perder peso".
- Reduce la tensión arterial: así lo confirmó una investigación llevada a cabo por el Allegheny College de Pensilvania, Estados Unidos, donde comprobaron con un estudio con 85 universitarios, en el que la mitad durmió siesta después de comer, y la otra mitad no, que el sueño disminuía la tensión y el ritmo cardiaco.
- Aumenta la concentración: numerosos estudios demuestran que un breve sueño reparador después de comer facilita el almacenamiento de la memoria a corto plazo y deja espacio para nuevos datos.
- Facilita el aprendizaje: según un estudio de la Universidad de Berkeley, las personas que duermen siesta rinden más después, ya que el descanso aumenta la productividad laboral y el rendimiento escolar.
- Mejora el estado de ánimo: dormir libera en nuestro cerebro serotonina, un neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo y que proporciona una sensación de bienestar.
- Estimula la creatividad: según un estudio elaborado por el equipo de neurólogos de la Universidad de Georgetown, dormir la siesta aumenta la creatividad o al menos estimula la actividad del hemisferio derecho del cerebro que se asocia con ella.
