El orgasmo es un momento de placer que puede ayudar también en otros muchos aspectos. ¿Te imaginas llegar al clímax y que eso sea además un ritual de belleza? Aunque cada enero salen a la luz algunas tendencias que marcarán el ‘calendario sexual’ para el resto del año, queremos analizar también cuáles serán aquellas de las que oirás hablar en la primavera que está al caer.
Tanto si el interés está en el crecimiento espiritual, el fitness sexual o en aprender las claves del erotismo de los últimos años, los próximos meses tienen reservado algo especial para todos los matices del placer y la pasión. Para dar el pistoletazo de salida, Megwyn White, sexóloga certificada y directora de educación de Satisfyer, presenta las tendencias sexuales más candentes.
Mindfulness y placer sexual para relajarse
Es hora de decir adiós al estrés porque el clímax puede ayudar a aliviar la ansiedad, mejorar el estado de ánimo e, incluso, reforzar el sistema inmunitario. Según un estudio de consumo de Satisfyer realizado con Harris Poll en 2020, casi un tercio de las mujeres que poseen un juguete sexual (un 32 por ciento) los consideran una herramienta de relajación y alivio del estrés. Durante el orgasmo, se activa el centro de recompensa del cerebro y se produce el correspondiente neurotransmisor, la dopamina.
La hormona de la felicidad, la serotonina, también despierta la sensación de estar en las nubes. Además, el cuerpo libera endorfinas y oxitocina durante el clímax, lo que reduce los niveles de la hormona del estrés (cortisol). La relajación y la sensación de éxtasis sexual en el orgasmo no tienen porqué ser excluyentes, sino todo lo contrario. Tres de los mayores inhibidores del placer sexual y el erotismo son el estrés, la ansiedad y la falta de personificación.
En algunos productos ya se incluye la relajación como una nueva función y combina placer y atención, para relajar y canalizar la energía sexual hacia un mayor bienestar y aumentar la confianza en uno mismo. "Nuestras meditaciones High Touch consisten en sumergirse en una experiencia multisensorial de placer, libre de presiones o distracciones, para ayudar a aprovecharlo profundamente. El placer erótico es uno de nuestros recursos más naturales e importantes, ya que se nutre del manantial de energía vital de nuestro sistema nervioso. A medida que uno se va sintonizando con esta energía, es capaz de acceder a ella con más facilidad solo o en pareja, para aumentar la felicidad y la intimidad", explica White.
Fitness sexual: fuerza para el orgasmo
Hacer el amor en sí ya es un entrenamiento, pero el entrenamiento específico previo al sexo lo lleva a un nivel completamente nuevo. “La capacidad de experimentar placer en las relaciones sexuales se apoya en los músculos cruciales que rodean nuestros órganos erógenos. Estos músculos desempeñan un papel fundamental a la hora de sostener el movimiento y permitir que el cuerpo mantenga el flujo del placer. No es ningún secreto que el ejercicio mejora la imagen corporal y la confianza en uno mismo, pero poca gente sabe que existe entrenamiento específico y estiramientos que pueden mejorar la aptitud sexual”, añade la experta.
Para darle un poco más de dinamismo a los momentos íntimos, unos glúteos fuertes facilitan la misión. También es muy importante la flexibilidad de los flexores de la cadera, que mejora la movilidad y la capacidad de empujarla hacia delante. Así que, ¿por qué no intentarlo? ¿Y qué es la salud sexual sin la fortaleza del suelo pélvico? “Este conjunto de músculos rodea los órganos eróticos y son la receta secreta del placer. Con las contracciones y la relajación adecuadas, el suelo pélvico puede ayudar a catalizar todo, desde el flujo sanguíneo y el mantenimiento de la erección, hasta la liberación de la felicidad bioeléctrica del clímax en el orgasmo”.
El sexo requiere resistencia, incorporar entrenamientos con intervalos y ejercicios cardiovasculares específicos puede ayudar a prevenir la sudoración repentina. Y aquí hay una ventaja añadida para los hombres: el entrenamiento de fuerza y resistencia puede promover un mejor flujo sanguíneo, mejorando eficazmente el rendimiento. Así que, ¡a moverse y que fluya la pasión!
Atemporalmente sexy
Existen innumerables mitos y prejuicios en lo que se refiere a la sexualidad en edades avanzadas. Pero lo cierto es que nunca se es demasiado mayor para disfrutar del placer, ¡y puede que eso ayude a envejecer como el buen vino! El deseo sexual no sólo disminuye, sino que cambia: lo que antes era un deseo físico puede convertirse en una necesidad de cercanía y vínculos emocionales.
Las personas mayores pueden encontrar más satisfacción en la cercanía emocional que acompaña a la actividad sexual que en el acto en sí. Una cosa es cierta: el cuerpo cambia con la edad. "En las mujeres, por ejemplo, significa que los niveles de estrógeno disminuyen de forma natural, provocando sequedad vaginal y debilitando los tejidos sensibles de la vagina", explica Megwyn. Entre el 17 y el 45 por ciento de las mujeres se sienten menos cómodas durante los momentos íntimos después de la menopausia. Esto, unido a la disminución del flujo sanguíneo y la sensibilidad, significa que el sexo será, de hecho, diferente al de los días de juventud.
Los hombres también cambian con la edad. "Una menor sensibilidad, una excitación más lenta y unos tiempos más largos de recuperación entre erecciones suelen formar parte del cambio", describe la experta. El “soft play” es algo más que un término de moda. Megwyn White explica por qué: "El pene tiene terminaciones nerviosas y tejidos sensibles que pueden ser objeto de placer en distintos estados de excitación y no requieren erección ni eyaculación para alimentar la pasión y la intimidad. El “soft play” consiste en expresar el deseo con o sin ropa y recordarle que es sexy en todas sus formas".
Con todos estos cambios, ¿tienen realmente relaciones sexuales las personas mayores? Pues sí. De hecho, en un estudio realizado en EEUU entre personas de 75 a 85 años sexualmente activas, el 54 por ciento declaró tener relaciones sexuales dos o tres veces al mes y el 23 por ciento, una o más veces a la semana. Es importante recordar que, aunque los cuerpos cambien, los deseos persisten, ya que la sexualidad es una fuente de identidad y conexión emocional. “Algunas personas mayores pueden incluso encontrar una mayor satisfacción en sus vidas en sus últimos años, lo que puede beneficiar a la intimidad sexual”, explica White.
El orgasmo, clave de la belleza
La masturbación y los orgasmos como ritual de belleza, ¿quién lo habría pensado? Los orgasmos aumentan el flujo sanguíneo del cuerpo, transportan más oxígeno a las células y proporcionan a la piel un brillo radiante, con efecto antienvejecimiento incluido. “Debido al aumento del contenido de oxígeno, los orgasmos favorecen de forma natural el crecimiento del colágeno. ¡Un auténtico estímulo para la belleza! El orgasmo no es sólo una liberación de tensión y placer, sino que también proporciona un masaje linfático general que ayuda a desintoxicar el cuerpo y a relajar los músculos de la cara que contribuyen a la aparición de arrugas”.
Pero aún hay más: el orgasmo también desencadena oleadas de oxitocina y prolactina. Estas hormonas de la relajación ayudan a regular el sueño e inducen a la relajación, lo que a su vez puede tener un efecto positivo en la piel. Megwyn White afirma que “hay una buena razón por la que lo llamamos el afterglow. Tras la oleada de sustancias químicas que te hacen sentir bien, el nuevo flujo sanguíneo que llega al rostro y la relajación, queda un resplandor natural".
