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La verdad sobre la ‘rodilla del saltador’, que también pueden padecer personas que no practican deporte

El síntoma principal de la tendinitis rotuliana es un dolor agudo en la rodilla, especialmente después de realizar actividad física

  • La tendinitis rotuliana es muy frecuente entre los deportistas.

La ‘rodilla del saltador’ o tendinitis rotuliana’, como se la conoce en términos médicos, es una condición muy frecuente entre los deportistas, pero que también pueden padecer personas con enfermedades autoinmunes, pacientes con trastornos metabólicos o insuficiencia renal.

“La tendinitis rotuliana es una afección común, especialmente en personas que practican deportes de alto impacto. Esta lesión afecta al tendón rotuliano, encargado de conectar la rótula con la tibia y de facilitar la extensión de la rodilla, y se asocia frecuentemente con la presión constante ejercida sobre este”, explica el doctor Alberto Zafra, especialista del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

La tendinitis rotuliana es una afección común, especialmente en personas que practican deportes de alto impacto"

Tal y como comenta el Dr. Zafra, el síntoma principal de la tendinitis rotuliana es un dolor agudo en la rodilla, especialmente después de realizar actividad física. “A medida que la afección avanza, el dolor puede volverse persistente, incluso durante actividades cotidianas como subir o bajar escaleras, y llegar a ser incapacitante”, al tiempo que mantiene que el dolor suele ir acompañado de rigidez en la articulación, así como de debilidad en la pierna afectada.

En concreto, según prosigue el especialista del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, la lesión suele originarse por el estrés repetitivo que se ejerce sobre el tendón, lo que puede derivar en pequeños desgarros y en un debilitamiento de la estructura tendinosa. Además de la sobrecarga, señala que un desequilibrio muscular en la articulación también puede ser un factor desencadenante.

El Dr. Alberto Zafra.El Dr.. Alberto Zafra, especialista del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Tipos de tendinitis rotuliana

Dependiendo de cómo se manifiesta la lesión, el doctor Zafra subraya que la tendinitis rotuliana se clasifica en diferentes tipos:

  1. Tendinopatía del tendón rotuliano proximal. En este caso, las fibras del tendón se desgastan debido a un exceso de fricción o sobrecarga.
  2. Tendinopatía del tendón rotuliano distal, caracterizada por la presencia de calcificaciones cercanas a la tibia.
  3. Neovascularización tendinosa. En esta variante se desarrollan pequeños vasos sanguíneos y fibras nerviosas cerca del tendón, lo que intensifica el dolor.

¿Se puede prevenir?

Para prevenir su aparición, el Dr. Alberto Zafra sostiene que es crucial seguir ciertas pautas que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente, así como evitar complicaciones. “La prevención de la tendinitis rotuliana pasa por mantener un peso corporal adecuado, pues un mayor peso incrementa la presión sobre el tendón rotuliano, aumentando el riesgo de lesiones. También es aconsejable realizar ejercicios de fortalecimiento muscular para proteger la articulación”, recalca.

A su vez, indica que la práctica regular de deportes de bajo impacto puede ser beneficiosa: “Si experimentas dolor al mover la rodilla es importante consultar a un especialista de inmediato para evitar complicaciones y que la lesión se cronifique, lo que podría requerir tratamientos más invasivos y prolongados. Un diagnóstico temprano permite intervenir con mayor efectividad y reducir el tiempo de recuperación”.

Mantener un peso corporal adecuado y practicar regularmente deportes de bajo impacto ayudan a prevenir este tipo de lesiones

Diagnóstico de la tendinitis rotuliana

Para diagnosticar adecuadamente esta afección, el doctor Zafra ve fundamental realizar una revisión completa del historial médico del paciente, prestando especial atención a episodios anteriores de dolor en el tendón rotuliano.

Una vez realizado esto, el siguiente paso es una exploración física que permita identificar la ubicación precisa del dolor y detectar posibles calcificaciones. “En muchos casos, se recurre a pruebas de imagen, como ecografías o resonancias magnéticas, para obtener un diagnóstico más detallado”, precisa este experto.

Los últimos tratamientos disponibles

Con todo ello, a juicio de este especialista del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, es vital que el tratamiento de la tendinitis rotuliana se adapte a las necesidades de cada paciente, con el objetivo de evitar que la lesión se convierta en un problema crónico que interfiera con las actividades diarias.

“Inicialmente, se suelen recetar antiinflamatorios y se recomienda aplicar hielo en la zona afectada. Además, la fisioterapia desempeña un papel crucial en el tratamiento mediante ejercicios de estiramiento, que alivian los espasmos musculares, pero también de fortalecimiento que reducen la presión sobre el tendón”, agrega.

En los últimos años, resalta, se han introducido tratamientos innovadores como las infiltraciones, que disminuyen la inflamación alrededor del tendón y que ayudan a prevenir la formación de neovasos.

“La rehabilitación ha avanzado significativamente, y los tratamientos con ultrasonidos son un ejemplo de ello, ya que generalmente no presentan efectos secundarios graves. En casos muy seleccionados puede ser necesaria la cirugía. Estas intervenciones, que suelen realizarse por artroscopia con incisiones mínimas, permiten liberar las adherencias del tendón y aliviar el dolor de manera efectiva”, concluye el doctor Alberto Zafra.

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