El Atlético estaba obligado a ganar porque la Copa es el único título que levantará esta temporada. Y todos los jugadores de Talant Dujshebaev han demostrado ser conscientes de la importancia del choque y apenas han tenido fisuras en su juego.
Enfrente, el Naturhouse ha luchado mientras le han aguantado las fuerzas pero en el segundo tiempo ha quedado clara la distancia que todavía le separa de uno de los "grandes" del balonmano español, a pesar de que esta misma temporada le había ganado en la Liga.
Pero con mucho más en juego y con muchos menos recursos físicos de los riojanos, el Atlético de Madrid ha ganado con total justicia su séptima Copa del Rey.
El Naturhouse tuvo un comienzo explosivo, de la mano de Thiagus Petrus, que asumió todo el protagonismo en ataque (4 de los 5 primeros goles de los riojanos) y mantuvo por delante a su equipo durante unos minutos.
El Atlético de Madrid sabe jugar este tipo de partidos y por ello no se inquietó. Dedicó el primer cuarto de hora a entrar en el partido, sin prisas y sin ponerse nervioso y fruto de ello, cuando Lazarov y Balic se "calentaron" su equipo tomó el mando (6-7, m.13).
El Naturhouse empezó a sufrir y aunque mantuvo el equilibrio unos minutos, gracias a las paradas de Jorge Martínez, la final empezó a escapársele cuando se acercaba el descanso (9-12, m.20) y Aguinagalde también comenzaba a asumir más protagonismo en el equipo madrileño.
Hubo, eso sí, un último aliento de los de Logroño (12-12, m.23), pero para entonces ya era evidente su debilidad, que se tradujo poco después en varios errores de ataque y en el 15-18 con el que llegó el descanso.
El inicio del segundo tiempo fue determinante para el título. El Atlético de Madrid jugó como sabe, con Hombrados a buen nivel, Jurkiewicz muy activo en ataque, Aguinagalde abriendo espacios en la defensa local y mucha más velocidad que antes en las circulaciones de balón.
Enfrente, el Naturhouse se hundió por sus propios errores, fue incapaz de cambiar de ritmo y solo pudo ver como la diferencia en el marcador se agrandaba hasta hacerse insalvable (19-27, m.12).
Ahí terminó la lucha por el título, aunque el Atlético de Madrid, decidió no celebrar todavía la victoria y conservó una gran ambición.
Fruto de ella y de la desilusión riojana el equipo de Dujshevaev mantuvo un nivel de acierto espectacular (16 goles en 20 minutos) y llevó el marcador a una diferencia de diez goles, demasiado correctivo para el Naturhouse.
Ficha técnica
Naturhouse La Rioja (15+13): Jorge Martínez (p), Petrus (8), Mindegia (1), Víctor Hugo (4), Cuartero (2), Curuvija, Capote (1), Aguinagalde (p), Arrieta (2), Miralles (1), Ajo (1), Tioumentsev (2), Paván (5), Silva (1) y Bozalongo.
Atlético de Madrid (18+20): Hombrados (p), Källman (3), Aguinagalde (8), Jukiewicz (8), Masachs (2), Balic (2), Lazarov (4), Rogne (p), Sánchez (1), Eduard Fernández, Álvaro Ferrer (1), Ángel Romero, David Davis, Cañellas (7) y Gojun (2).
Parciales: 3-2, 4-6, 7-8, 9-12, 12-14, 15-18 (descanso), 17-21, 19-26, 20-29, 22-32, 25-36 y 28-38 (final)
Árbitros: Muro San José y Alfonso Rodríguez. Excluyeron por dos minutos a Petrus (2 veces), Paván y Capote del Naturhouse; y a Källman, Cañellas, Jurkiewicz y Balic, del Atlético de Madrid.
Incidencias: Tres mil ochocientos espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja. Julen Aguinagalde, del Atlético de Madrid, fue elegido mejor jugador de la final.