La pregunta en el Madrid era pertinente ¿deben jugar James e Isco un partido que no sirve para nada? Son titulares habituales y están derrochando físico en Liga y Champions. Ninguno de los dos destaca por su fuerza o resistencia, aunque en este principio de temporada estén sacando buena nota también en esa categoría.
Ancelotti pensó que sí, que no le importaba el riesgo de una lesión en la vuelta contra el Cornellá (la ida había quedado 1-4 a favor de los blancos), o el cansancio que pudiese generar un partido que, para que engañarse, tampoco iba a tener un ritmo frenético. Igual el italiano creyó que los que había en el Bernabéu habían pagado dinero suficiente para verles un rato, con el espectáculo que eso supone. Si esa fue la razón, bienvenido sea el pensamiento. Hay que tener un poco de sentido teatral.
El caso es que fueron titulares los dos y también lo mejor del partido. Son muy buenos, cosa que demuestran tanto en la exigencia como en el descanso. En un partido de ritmo de liga de barrio los que son así de talentosos reinan incluso más que en los días duros. Hay espacios para cabriolas, pases y remates imposibles.
Bien es cierto que su dominio, que fue importante, llegó después de que el Cornellá fallase un penalti tonto de Arbeloa. Pudo el equipo catalán ponerse por delante, pero los nervios traicionaron a Boniquet, que vio como el balón se encaminaba a la grada y frustraba así su opción de marcar en el Bernabéu. Fue, en todo caso, un anécdota para empezar un partido que pronto sería un monólogo del Madrid.
Sabido eso, que no había nada en juego, comenzaron Isco y James a maniobrar. Primero un pase profundo de Isco y una vaselina de James para superar al portero y abrir el marcador. El toque del colombiano, sutil, precioso, atinado. Muy de zurdo. James, poco después, le devolvió el favor con otro pase tremendo, también definido con clase por el malagueño, también aprovechando la media salida del portero.
Les quedó a ambos un poco de magia, a James para marcar el tercero después de un genial pase de tacón de Chicharito. A Isco para crear una jugada perfecta que desembocó en el quinto gol de los blancos, de Jesé. El canario es la mejor noticia del partido, pues siempre lo es que alguien que lo ha pasado mal por una lesión vuelva a sentirse futbolista. Han pasado muchos días, desde otra tarde intrascendente, la vuelta de una eliminatoria de Champions ya solventada contra el Schalke en la que se rompió la rodilla.
No pareció medroso Jesé, ni mucho menos. El aficionado al fútbol está más o menos acostumbrado a que lo que vuelven lo hagan más como exploración que a tope. El canario, una de las perlas de futuro del Madrid que ya mostró mucho el año pasado, no quiere esperar a que todo fragüe. Lo suyo empezó con un caño de tacón a un pobre defensor del Cornellá que no esperaba tanta hambre en un día tan gris. Después, sin necesidad de mucho más, marcó gol, que es lo suyo. Ha vuelto y, a tenor de lo visto el pasado año, no tardará en reclamar su espacio.
La suya fue una irrupción brutal, marcando goles importantes para el equipo la pasada temporada. Los jóvenes que jugaron contra el Cornellá (Muñoz, Medrán, Llorente) no dejaron una huella tan clara como la de Jesé en su día. Bien es cierto que, en su caso, aún son pocas las muestras como para tener una idea consolidada de lo que pueden ofrecer. Tirar la puerta, como está el Madrid, es tarea difícil.
Al Madrid le dio para marcar cinco, pero también perdió efectivos en la victoria. La escena peligrosa la protagonizó Khedira, que fue arrollado por un defensa y quedó noqueado, casi grogui. Llegó a recuperarse pero pocos minutos después volvió a caer en el césped. Fue sustituido, aunque por la cabeza de Ancelotti pasaba más bien por quitar a Isco. Los accidentes, que existen, lo impidieron.
El aperitivo de la Copa, esta eliminatoria que ha resuelto con un 9-1, es, en teoría, la antesala de lo grande. Si las cosas son normales la próxima eliminatoria se enfrentará al Atlético. Si se clasifica, en la siguiente al Barcelona. No hay espacio para relajación, en el torneo del ko también le quedan baches al Madrid.
Real Madrid: Pacheco; Arbeloa, Varane (Llorente m.46), Nacho, Coentrao; Khedira (Jesé, m.55), Illarramendi, Medrán; James (Javi Muñoz, m.62), Isco y Chicharito.
Cornellá: Alberto; Pere, Borja López, Pelegrí, Israel; Gaudioso (Joaquín, m.55), Gómez, García, Boniquet; Muñoz (Trujillo, m.55) y Gallar (Caballé, m.68).
Goles: 1-0, m.15. James. 2-0, m. 32. Isco. 3-0, m. 34 James. 4-0, m. 60. Borja López (p.p.). 5-0, m. 77. Jesé.
Árbitro: González González. Mostró amarilla a Illarramendi y Javi Muñoz.
Estadio Santiago Bernabéu.