"No sé cuánto tiempo seguiré jugando al tenis", asegura Rafa Nadal. "Dentro de 5 años tendré 31 y teniendo en cuenta que empecé a los 16.... Quizás parar ahora me sirva para alargar mi carrera un poquito más. Hasta que volvió a darme problemas la rodilla, al final de Roland Garros, había sido una de las mejores temporadas de mi vida. Me sentía capaz de ganar cualquier competición. Luego han venido momentos complicados", añade.
En la entrevista con la revista Vanity Fair, Nadal habla de los años que perdió contra Federer en Wimbledon (2006 y 2007) y de lo que supuso sólo un año después ganarle y convertirse en el número uno del mundo, tras conseguir en Pekín el oro olímpico. "En 2006 estaba muy contento de haber llegado a la final, ni siquiera la encaré con la sensación de que podía ganarla. Perder en 2007 sí resultó muy duro. Había jugado muy bien durante todo el partido y en el cuarto set, cuando iba ganando, sentí un pinchazo en la rodilla y me desconcentré. Y el quinto set lo jugué muy mal. Cuando pierdes no sabes si es tu última oportunidad de ganar un Wimbledon, estaba muy afectado", confiesa el tenista balear.
"Ganar ayuda mentalmente en los meses siguientes, sientes que has pasado una barrera que podrás volver a saltar. Llegas a tu dormitorio, ves el trofeo y estás orgulloso de haberlo conseguido. Pero ni mucho menos es algo permanente", dice Rafa, quien, preguntado por la victoria más importante de su vida, confirma que "el éxito" es lo que "se pelea para ganar" no la victoria en sí.
"El éxito no es la victoria, sino todo lo que has peleado por ganar. La certeza de que has hecho todo lo que estaba en tu mano para conseguir lo que querías. Y esa sensación a mí me hace muy feliz. Este año perdí la final de Australia y no me gustó, pero de alguna manera estaba contento. Fue un éxito haber perdido así", concluye Nadal.