Si las declaraciones del siempre parco Miguel Indurain -"no creo que Armstrong sea culpable, hasta ahora creo en su inocencia, siempre ha cumplido con todas las normas"- provocaron estupor en muchos países de Europa, la defensa a ultranza realizada este miércoles por Alberto Contador ha reabierto una herida nunca cerrada. España, siempre sospechosa en el asunto de la lucha contra el dopaje, vuelve a ser señalada como la nación más firmemente alineada al lado del condenado exciclista estadounidense. Y no extraña.
"Para mí, en ciertos momentos y en ciertos lugares, se le ha faltado totalmente el respeto a Lance. Desde mi punto de vista, ha sido humillado y linchado, le han destruido", manifestó Contador. El pinteño, que compartió equipo en 2009 con el texano, con quien mantuvo una tensa relación, recalcó que el americano hizo que el ciclismo y el Tour de Francia fueran "populares en los Estados Unidos", y que también consiguió que en su país hubiera "pruebas y equipos de nivel". El doble ganador del Tour indicó igualmente que "no hay ninguna prueba" contra Armstrong: "No hay nada nuevo, se han apoyado en testimonios del año 2008. Respecto la elección de cada corredor pero creo que esto ha llegado un poco tarde, me gustaría que hubiese sido un poco antes".
Contador: "En ciertos momentos y en ciertos lugares, se le ha faltado totalmente el respeto a Lance. Desde mi punto de vista, ha sido humillado y linchado, le han destruido"
Las declaraciones del madrileño ya son en sí mismas lo suficientemente fuertes para que en las versiones digitales de los principales diarios de Francia los lectores galos clamen contra él y contra el deporte español. Pero es que además, esas palabras de Contador rechinan aún más al escucharlas el mismo día que otros significados corredores del pelotón internacional atizan sin rubor a Armstrong. "Si has hecho algo, confiesa", sentenció el británico Mark Cavendish, quien cree que el ciclismo ahora está limpio y que Armstrong debería seguir los pasos del británico David Millar, que admitió haberse dopado.
El también británico Bradley Wiggins fue más allá: "Es una pena que el ciclismo haya acabado así, pero no que haya sido atrapado. Lance Armstrong es como Papá Noel, al envejecer comprendes que no existe. Debería admitirlo, pero no creo que confiese, tiene demasiado que perder".
Wiggins: "Es una pena que el ciclismo haya acabado así, pero no que haya sido atrapado. Lance Armstrong es como Papá Noel, al envejecer comprendes que no existe"
"Es una decisión justa, pero llega un poco tarde. Ha sido muy grave pero hay que mirar ahora al futuro. No tengo intención de dejar el ciclismo", comentó por su parte Andy Schleck.
La estratosférica diferencia entre el discurso proveniente de España y el que emana del resto de países es lo que enfurece a no pocos aficionados al ciclismo. Especialmente a los franceses. Así, los incontables comentarios que acompañan a la noticia van desde la ironía -"¡Y viva España!"- hasta la burla a costa del "chuletón" que adujo haberse comido Contador para dar positivo por clembuterol. Sin embargo, los más serios se acuerdan de la todavía en danza "Operación Puerto" y, como compendio de la crítica general, otro opina que "en España la definición de la palabra dopaje es diferente a la de otros países".