Este duro castigo ha destapado el malestar de la mayoría de los clubes, todos menos los grandes, por el que consideran exagerado importe de esos recibos arbitrales. Así, cada vez que juegan en casa tienen que pagar unos 1.800 euros. Esa cantidad, multiplicada por 13 encuentros, suma la friolera de 23.400 euros totales en Liga, a los que habría que añadir las citas de Copa que cada equipo disputa según va cayendo o superando eliminatorias.
Si al elevado coste arbitral -estipulado por la Federación con la anuencia de la LNFS- se le añade el desorbitado canon, unos 50.000 euros, obligatorio para formar parte de la LNFS, la élite del fútbol sala español, la realidad es que cada día son más los clubes con serias dificultades para frontar esos desembolsos.
La crisis ha hecho huir a los patrocinadores y ello provoca un malestar creciente en no pocas ciudades que puede desembocar en la reivindicación ante Javier Lozano, presidente de la LNFS, para que revise a la baja esos costes fijos que ahogan económicamente a las directivas y les lastran durante toda la temporada.
El entrenador del Puertollano, el madrileño David Ramos, confirmó a Efe que el club recibió una comunicación, a primera hora de la tarde del martes, en la que se le confirmó que le echa "por no pagar el recibo arbitral del partido del sábado". Ramos ha explicado que, nada más conocer la noticia, el cuadro técnico se ha reunido con la plantilla y que se ha suspendido el entrenamiento porque, ha concretado, "estamos haciendo llamadas telefónicas a responsables de la LNFS y abogados con el fin de ver si esto tiene solución".
El técnico del cuadro puertollanense, ha ampliado que, en la misma comunicación, el Comité de Competición le informa que tiene un plazo de diez días para recurrir lo que, según Ramos, resulta paradójico al recordar que la liga regular concluye este próximo fin de semana y su equipo, en particular, cierra el campeonato el viernes, en casa del Burela Pescados Rubén.
Con esta resolución, según Ramos, el equipo ha recibido un golpe "casi definitivo" y, haciéndose eco del sentir de sus jugadores, ha confirmado que la plantilla está muy enojada porque "lo que conseguimos en el campo en el campo, que cuesta tanto, nos lo restan por causas ajenas a nuestro trabajo".
La LNFS ya había restado cuatro puntos de la clasificación al Puertollano, dos por tres impagos arbitrales y los otros dos por volver a reincidir al dejar de abonar, de nuevo, otras dos pagos a los colegiados.
A falta de la jornada final, el Puertollano es el colista de la Primera división de fútbol sala y, en este caso, estaría obligado a disputar la promoción de permanencia, ya que no hay ningún descenso directo, según las normas del presente ejercicio liguero.