El diario Libération indica en su edición del jueves que el considerado mejor jugador de balonmano del mundo, desprestigiado en su país, vería de buen agrado cambiar de aires y que ya ha "echado un ojo" al Barcelona. Entre tanto, la decisión de la justicia, que también atañe a su hermano Luka y a otros tres jugadores del Montpellier, permitirá a los deportistas reunirse con sus compañeros y con los responsables del club, que les han convocado el próximo martes para decidir su futuro.

Ni Karabatic ni ninguno de los jugadores imputados en el presunto amaño del partido de la pasada temporada contra el Cesson, han podido hasta ahora hablar con el resto de los implicados y de los jugadores, porque así lo decidió el juez de Montpellier. Además, ha decidido devolverles la fianza solicitada, que equivalía a las ganancias presuntamente efectuadas con las apuestas encausadas.

Los abogados de los jugadores mostraron su satisfacción por la decisión que, en su opinión, sitúa el caso en una posible sanción disciplinaria y no en una condena penal, como había establecido el tribunal en primera instancia. Los letrados consideran que Karabatic y el resto de sus compañeros inculpados cometieron una falta contra su contrato, que les prohibía apostar, pero en ningún momento amañaron el encuentro, en el que el mejor jugador del mundo ni siquiera participó.

Sostienen que ni siquiera contravinieron las reglas de la federación de balonmano, que incluyó la prohibición de apostar a principios de la actual temporada. Así pues, el club es el único que puede pedir responsabilidades a los jugadores, según los letrados, y en este sentido, la entidad ha emitido un comunicado en el que señala que quiere aclarar "si los jugadores participaron en apuestas deportivas, en violación de su contrato de trabajo".

En función de esa reunión, el Montpellier puede decidir la ruptura del contrato con los encausados, en cuyo caso Karabatic puede negociar con el Barcelona, según Libération. El jugador, su hermano Luka, Issam Tej, Primoz Prost y Dragan Gajic están inculpados por la justicia por estafa, tras haber apostado sobre el resultado de un partido de su equipo.

Los investigadores probaron que los jugadores y sus novias o esposas apostaron en despachos de loterías a que su equipo se marchaba por debajo en el marcador al descanso del encuentro que jugaba contra el Cesson el pasado 12 de mayo. El Montpellier, que para entonces ya era campeón de Francia por quinto año consecutivo, acabó por debajo en el medio tiempo y, a la postre, sumó ese día su primera derrota de la temporada contra un modesto equipo que se jugaba el descenso. La justicia abrió una investigación para determinar si había irregularidades en las apuestas y si se amañó el partido, pese a que algunos de los encausados, lesionados, no participaron en el mismo, entre ellos Karabatic.