Lionel Messi está muy dolido tras una nueva decepción con su selección en al Copa América. Argentina perdió la final por penaltis ante Chile, un año después de haber caído 1-0 en la final del Mundial contra Alemania. La estrella del Barcelona ha sido duramente criticado, tanto que algunos apuntan incluso la posibilidad de que Leo decida renunciar al equipo nacional albiceleste, al menos durante un tiempo.
Messi, acostumbrado a levantar cuanto trofeo disputa con el Barcelona, no ha ganado ningún título con la selección argentina y sumó su segunda final de Copa América perdida, tras la de 2007 ante Brasil. "No hay nada más doloroso en el fútbol que perder una final", escribió en su cuenta de Facebook.
El presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Luis Segura, envió un mensaje para el que lo quiera escuchar: "No entiendo a la gente que cuestiona y discute a Messi, es una injusticia absoluta. Puedo aceptar que algunos comparen a Messi con otro jugador, es cuestión de gustos, pero jamás que se lo discuta. Espero que nunca se canse de las críticas, sería lamentable que no venga más a representar a la selección". Y añadió: "Estoy seguro de que a Messi, el hecho de no haber ganado todavía un título, le duele como al hincha que más lo sufre".
Si el gran derrotado individual en la Copa América, por su condición de ídolo mundial, fue Messi, el perdedor colectivo ha sido el Real Madrid. Por incomparecencia. No en el plano deportivo, sino en el mercantil que tanto le gusta a su presidente, Florentino Pérez.
Pérez creía cubierto el cupo americano con el fichaje de James después del Mundial disputado el año pasado en Brasil. El jugador colombiano ha completado una gran temporada en el Real Madrid, pero su selección defraudó en la Copa América. Y eliminada Colombia, el club blanco español desapareció del mapa del torneo al carecer de ningún futbolista sobre el césped.
A Florentino Pérez no le ha hecho ninguna gracia que el Barcelona, su gran rival, haya sido protagonista casi a diario en medio mundo por boca de su numeroso plantel de estrellas suramericanas, sobre todo por los que disputaron la gran final: el citado Messi y el portero chileno Bravo.
"Al presidente del Madrid no le gustan los argentinos", declaró recientemente el padre de Higuaín, exfutbolista blanco. Evidentemente, Florentino ni siquiera ha entrado a responderle, pero lo cierto es que el club español que presume de universalidad necesita implantarse en uno de los continentes emergentes.
Además del incuestionable tirón mediático de James, Pérez comprobó el pasado curso cómo una cesión de repuesto, la del mexicano Chicharito, también reavivió la llama del madridismo en el área hispana de América del Norte. Pero ya se fue.
Por eso la contratación de una figura como Arturo Vidal sería un interesante negocio para el Madrid. De hecho, el diario La Tercera publicó hace una semana que el chileno ya tiene un acuerdo y firmará un contrato de cinco temporadas para jugar en el Santiago Bernabéu. Existen dos problemas: la Juventus, club actual de Vidal que no desea desprenderse así como así de una de sus piezas fundamentales, y el carácter peculiar del excelente centrocampista, que no casa con los valores que le gustan a Florentino.
Vidal protagonizó uno de los grandes escándalos de la Copa América al sufrir un accidente de tráfico y dar positivo en el posterior control de alcoholemia. El arrepentimiento y el hecho de ser el líder de Chile evitaron su expulsión de la concentración. Luego, el título histórico obtenido por La Roja ha echado tierra sobre el asunto. Sin embargo, según La Tercera, el Madrid no cerrará la operación hasta que se aclare de forma oficial el futuro judicial de Vidal relacionado con el citado suceso. Este miércoles hay una cita clave en el Juzgado.