Según revela 'Punto de Break', entrenadores, jugadores y árbitros de tenis saben que hay partidos amañados con miles de euros de por medio, aunque son pocos los que se atreven a hablar. Tres testimonios cuentan la verdad. Tenistas que viven en carne propia partidos prostituidos por el dinero y las apuestas.
"Se compran y se venden muchos partidos. Se hace para que al jugador le compense económicamente el jugar Futures. En estos torneos se gana muy poco dinero”, confiesa uno de los tenistas españoles. El tema no es una novedad para ellos. "Bueno… no es que se gane poco dinero… ¡es que no se pueden cubrir los gastos! Hay jugadores que están perdiendo mucho. En el momento que tienen la opción de cubrir esos gastos con apuestas, pues se venden… se dejan perder".
Este profesional habla con un tono que mezcla la resignación y la comprensión. Nunca se metió en el tema de apuesta, pero, por otra parte, entiende que algunos compañeros de profesión lo hagan. "Es normal que pase esto. Si los Futures fueran por ejemplo $10.000+H (alojamiento pagado) parte del problema estaría solucionado. Tal vez se apostaría mucho menos".
Los tenistas hacen malabares económicos para sobrevivir durante todo el año. Un ‘sobresueldo’ puede arreglarles la semana, el mes o incluso varios meses. "Los partidos se compran por unos 3.000 euros. El jugador recibe el dinero por adelantado y luego se deja perder", comenta otro jugador, también español, de temprana edad. "Si apuestas en páginas web por tu propio partido, dejándote perder puedes ganar tranquilamente 4.000 euros o más. Depende lo que pongas".
Los tenistas, cuando hay apuestas de por medio, llegan a arreglar hasta los resultados exactos del partido. Deciden cuántos juegos van a ganar y cuántos van a perder. En qué juego cederá el saque y en qué otro le romperá al rival. Saben cómo será el resultado final y a favor de quién se inclinará la balanza. Está todo pactado. "En Futures hay cosas bestias pero no tanto como en los Challengers. Ahí sí que hay cosas gordas. A veces ni siquiera lo trata el jugador. Te vienen las personas gordas que se dedican y que ganan mucho dinero con esto y te dicen qué hacer. A partir de esto te dan el dinero y fuera”.
"En los Challengers se mueve mucho dinero. Estamos hablando de 20.000 ó 30.000 euros por partido. Por ejemplo, viene un tío y te dice: “tú hoy tienes que perder 6-2, 6-2”. El relato es estremecedor. Una mafia que controla partidos de tenis y a algunos tenistas. Jugadores que, dejándose perder un partido, ganan más dinero que del que ingresarían en meses de trabajo. Pero él no se queda ahí y apunta más alto: “Luego ya en ATP… ¡ni te cuento! Se compran muchos partidos. Han salido muchos casos. ¡Y otros que ni siquiera han visto la luz!"
Sobre la posibilidad de buscar una solución a esta lacra, los tenistas lo tiene claro: "Nadie soluciona esto porque no les conviene. Los que tendrían que hacer algo no lo hacen porque ganan dinero con las casas de apuestas. Éstas le pagan dinero en cuestión de derechos a la ITF para que salgan los partidos publicados en la web". Gravísimo.