Llegó el momento de la verdad. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) afronta su etapa final de las elecciones presidenciales programadas para el 16 de diciembre. En ellas, tres precandidatos competirán por dirigir el organismo en su próximo ciclo. Tres presidentes territoriales que han reunido los avales necesarios para ser los candidatos, pero que no han quedado exentos de controversias, irregularidades y cuestionamientos sobre la idoneidad de algunos otros aspirantes.
Una guerra civil en la que, realmente, solo se distinguen dos "bandos". Rafael Louzán (Galicia), inhabilitado para cargo público y el que pretendía ser candidato de consenso, encabeza uno de ellos, sobre el cual también se desprende la candidatura de Sergio Merchán (Extremadura) por si el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) tumbara su puesta en escena. Por otro lado, Salvador Gomar (Valencia) ha conseguido aunar los apoyos necesarios a última hora -y casi sobre la bocina- tras haber renunciado en primera instancia a presentarse a la presidencia de la RFEF.
No obstante, este proceso previo a las elecciones finales se ha visto empañado, como señala el primer párrafo, por presuntas irregularidades entre los avales presentados. Algunos de estos incluirían firmas digitales no conformes al reglamento. La Comisión Electoral de la RFEF otorgó un plazo extraordinario hasta el 4 de diciembre para subsanar estos defectos, que afectan tanto a avales de clubes como a miembros de las federaciones de Baleares, Andalucía y de Navarra.
Entre los afectados se encuentra Juanma Morales, empresario que presentó un ambicioso programa respaldado por figuras del fútbol como David Silva o Amanda Sampedro, pero que no logró reunir los 21 avales necesarios. Morales denunció el control excesivo de las federaciones territoriales en la Asamblea, un factor que ha extralimitado la entrada de perfiles independientes en la carrera presidencial.
RAFAEL LOUZÁN (GALICIA)
Con 57 años, Louzán, actual presidente de la Federación Gallega de Fútbol, combina su experiencia en la gestión deportiva con una extensa trayectoria política. Fue presidente del Partido Popular (PP) en Pontevedra y dirigió la Diputación Provincial antes de asumir la presidencia de la federación territorial durante el año 2014.
Aunque cuenta con el respaldo mayoritario de las asambleas territoriales y es considerado el favorito, su candidatura enfrenta serios cuestionamientos debido a una condena por prevaricación, actualmente recurrida. Su nombre ocupó muchos titulares desde que apareció en los sumarios de escándalos englobados en la 'Operación Patos', una trama de corrupción de larguísimo recorrido judicial que tuvo a Louzán como protagonista. El pontevedrés aprovechó para construir más de medio centenar de campos de fútbol invirtiendo alrededor de 35 millones de euros.
El Tribunal Supremo abordará el asunto el próximo 5 de febrero. Si para entonces Louzán es presidente de la RFEF, el fútbol español se verá abocado a otro bochorno.
Rafael Louzán, presidente de la Real Federación Gallega de Fútbol | EFE
SERGIO MERCHÁN (EXTREMADURA)
El más joven de los aspirantes y el "recambio de Louzán". Merchán, de 41 años, lidera la Federación Extremeña de Fútbol tras haber sido secretario general. Su perfil destaca por su cercanía al fútbol regional, habiendo sido jugador, entrenador e incluso seleccionador en Extremadura tanto en fútbol como en fútbol sala.
Es más, Louzán le cedió 25 avales a Merchán con el fin de que sea el elegido si él no optara a ello. Ser el secretario del inhabilitado Pedro Rocha en la federación extremeña es la carta de presentación de Merchán. Algunos de los presidentes de territoriales que le han concedido sus avales lo han hecho con el fin de "maquillar" y tratar de ocultar su afinidad con Louzán. En realidad todos ellos -o la gran mayoría- apoyan al gallego, pero avalando a Merchán algunos creen haber encontrado una salida "digna" para eludir el qué dirán en sus respectivas comunidades autónomas.
Sergio Merchán, presidente de la Real Federación Extremeña de Fútbol | EFE
SALVADOR GOMAR (VALENCIA)
Abogado y presidente de la Federación Valenciana desde 2018, Salvador Gomar, de 59 años, se presenta como una figura conciliadora y cercana al fútbol base. Aunque inicialmente había descartado su candidatura, logró reunir 26 avales en el último momento, posicionándose como la principal alternativa al programa de Louzán.
Gomar tiene un currículum sólido, con experiencia en el fútbol amateur, femenino y playa, además de un pasado como asesor jurídico en categorías inferiores del Valencia CF. Sin embargo, su trayectoria no está tampoco exenta de polémicas, incluyendo una denuncia por acoso laboral que aún está pendiente de resolución.
Salvador Gomar, presidente de la Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana | EFE
El legado de Rubiales y la búsqueda de estabilidad
Las elecciones de la RFEF llegan tras 471 días de crisis institucional provocada por el polémico beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso en la final del Mundial femenino. Desde entonces, la entidad ha enfrentado desafíos legales, inhabilitaciones y una percepción pública deteriorada. La incapacidad para encontrar un candidato limpio y consensuado refleja también las profundas divisiones internas y la falta de renovación en su estructura. Incluso jugando con los avales, los tres candidatos que quedan sobre la mesa no escapan del foco mediático por razones jurídicas.
Además, la posible intervención del Consejo Superior de Deportes (CSD) en el proceso electoral añade un elemento de incertidumbre. Si Louzán es inhabilitado, Merchán podría asumir su papel como candidato principal, lo que plantea interrogantes sobre la legitimidad y estabilidad de la futura presidencia.
La RFEF enfrenta así un momento decisivo en su historia. Más allá de los nombres, el próximo presidente deberá liderar un proceso de regeneración obligado que permita recuperar la confianza de los aficionados, modernizar la gestión del fútbol y garantizar un entorno profesional. Vuelvan a apuntar la fecha: lunes 16 de diciembre.
