"Seguramente hagamos algunos cambios que pueden afectar a la portería", respondió Vicente del Bosque al ser preguntado sobre quién será el guardameta de España esta noche ante Georgia. Es decir, que el seleccionador dejó en el aire la posibilidad de que Casillas recupere la titularidad en Albacete y, por consiguiente, que Valdés vuelva al banquillo. La tercera vía, es decir, la de Pepe Reina, parece descartada.
"Este partido y el de Finlandia son situaciones algo distintas", dijo el técnico salmantino tras el España-Bielorrusia, en el que por primera vez en un partido oficial Iker fue suplente y Víctor titular. "En Finlandia tenían los dos el mismo ritmo. Y jugó Casillas. Ahora Casillas ha jugado un sólo partido este mes y creíamos que Valdés era el adecuado", explicó Del Bosque.
Es decir, que el mismo argumento que el seleccionador esgrimió para apostar por el portero del Barça en Palma de Mallorca, más ritmo de partidos que el del Real Madrid, se volverá en su contra si ante Georgia confía la titularidad a Casillas. Así se lo hicieron saber durante su comparecencia ante los medios, pero a Del Bosque le dio igual. "Cuando suceda, hablamos", respondió.
Lo más curioso es cómo una vez más los pelotas del seleccionador, muchos de ellos los que más criticaron a Mourinho que sentara a Casillas en el Madrid, son más 'delbosquistas' que el propio Del Bosque, hasta el punto de ser incapaces de reconocer la incongruencia que sería dar la titularidad a Iker cuando hace tres días el propipo seleccionador dijo que no jugaba ante Bielorrusia porque llevaba un mes sin hacerlo con su club.
Una cosa es defender que Del Bosque se decida por uno u otro portero, y otra bien distinta no cuestionar que si finalmente se decide por Casillas su argumentación se cae por su propio peso. "El debate no va a ser eterno, hay unos límites y tenemos tres porteros estupendos que pueden jugar porque están entrenados y en forma. El otro día decidimos que jugase Víctor, mañana veremos por quién nos decidimos", insistió Del Bosque para perplejidad de quien tenga dos dedos de frente.
"El problema llega por las posibilidades que tenemos, son jugadores de absoluta garantía y ellos lo toman de buena manera", dijo el salmantino, para terminar lanzando un mensaje que a buen seguro sus pelotas secundarán: "En caso de que un día salga mal, será culpa del entrenador por no dar la confianza a uno, pero los tres son de garantía y pueden acertar y fallar igualmente".
