Ágatha Ruiz de la Prada acudió a un desfile de moda y se mostró de lo más divertida y alegre. Allí la diseñadora desmintió que se hubiera sometido a una operación de cirugía estética como habían publicado algunos medios: “Mira, mira la operación”, decía de muy buen humor mientras mostraba su cara a las cámaras, y explicaba: “Lo que he hecho ha sido adelgazar un poco no, bastante”.
Al preguntarle si había sido por decisión propia, señaló: “Medio voluntario medio involuntario”, dando a entender que su pérdida de peso ha venido motivada también por lo mal que lo ha pasado tras su divorcio con el que fue su pareja 30 años. Sin embargó confesó estar ya “mejor”.
La diseñadora comentó que todavía no han firmado el divorcio y que no ha habido ningún encuentro con Pedro J. Ramírez hasta la fecha”: “Ni cordial ni no cordial, no ha habido encuentro”.
Ágatha ni olvida ni perdona y no sólo no se ha visto con su ex sino que no piensa tener ningún tipo de relación con el periodista, no le quiere ni como amigo, tal y como demuestra su respuesta cuando le preguntaron si habría posibilidad de que algún día recuperaran la amistad, a lo que ella señaló que ninguna mientras decía que no con el dedo una y otra vez mientras se alejaba y tiraba besos a los periodistas.
El divorcio de Ágatha y Pedro J. salió a la luz en noviembre de 2016 después de que el periodista le confesara que estaba enamorado de otra mujer. La diseñadora le pidió entonces que abandonara el domicilio familiar y a los pocos días, él hacía la presentación oficial de su novia en las redes sociales, la abogada Cruz Sánchez de Lara. La pareja se fue a vivir primero al domicilio de ella y después, a un piso que compró el periodista en el barrio de Salamanca.