A pesar de que el astro argentino acaba de ser elegido mejor jugador del mes de septiembre en la Liga gracias a su gran inicio de campaña, en los negocios no le acompaña su buena estrella.
El restaurante Bellavista del Jardín del Norte, situado en el centro de Barcelona, propiedad de Leo Messi junto a sus socios, los hermanos Iglesias, ha tenido que echar el cierre a los dos años de su inauguración.
El local de más de mil metros cuadrados, que evocaban la vida del pueblo argentino de Bellavista, no ha logrado superar la crisis económica que está afectando a la gastronomía de Barcelona tras los atentados de Las Ramblas y el independentismo.
La dirección del restaurante emitió un comunicado hace unos días en el que se anunciaba que “el establecimiento ha venido recibiendo múltiples solicitudes para albergar actividades y actos privados, tales como eventos de empresa y celebraciones particulares”.
Uno de los socios, Juan Carlos Iglesias, explicó a ‘La Vanguardia’ que a pesar de que arrancaron con éxito y estaban orgullosos del trabajo hecho y del nivel gastronómico, estaban teniendo pérdidas. “Ha sido después de este verano atroz cuando hemos tomado la decisión de cambiar el modelo de negocio, lo que servirá para hacer una explotación más razonable del espacio”, señaló.
El empresario Asegura que Barcelona está dejando de ser la ciudad cosmopolita y maravillosa que era, la envidia de todo el mundo, por un cúmulo de razones. Para Iglesias la ciudad necesita un cambio. “La turismofobia, la crisis, los atentados, el aumento brutal de la inseguridad ciudadana, la política... El problema es cuando todo eso se convierte en una tendencia”.