El frío, el calor de la chimenea y el vino caliente hacen atisbar que el invierno ya está aquí y, con él, las escapadas invernales más bellas previas a las navidades: las visitas a los mercadillos navideños más bonitos del continente. Europa se tiñe de blanco, de luces de colores, de regalos y de dulces, motivos más que suficientes para coger un avión (o montarse en el coche) y lanzarse a la aventura de viajar.
Diciembre es un mes para disfrutar viajando y descubrir destinos a través de sus mercados, pero también es un momento perfecto para aprovechar a visitar nuevas ciudades y países. Es el momento de hacer “check” a esos destinos que tenías pendientes y conocerlos desde el punto de vista cultural, histórico y gastronómico, pero también desde el más romántico y navideño. Estos son algunos de los lugares de Europa que no hay que perderse en estas fechas.
A los pies de la Catedral
Las luces, los abetos, los coros en las calles y las casas de madera que conforman los mercados navideños, inundan el centro de la capital checa. Praga se ha convertido desde hace años en uno de los destinos predilectos para los amantes de la navidad y no es para menos, porque una de las estampas más bellas se encuentra en la plaza de su Ciudad Vieja, bajo el Reloj Astronómico y a los pies de su Catedral, donde cada año se posiciona su mercadillo navideño más acogedor e invernal.
Blanca Navidad
Todo el que relacione el frío invernal y la nieve con la belleza de los mercadillos navideños debe viajar hasta Alemania, en concreto hasta Berlín. El ambiente de cada una de sus calles, de sus mercadillos navideños, de sus edificios decorados con luces y guirnaldas, harán del viaje una experiencia inolvidable. Además, toda la ciudad se llena de puestos en los que se venden productos artesanales, vinos calientes y 'currywurst', una de las delicias de la ciudad.
Frontera con España
La navidad lusa es también una de las navidades más bellas y cercanas que tenemos en nuestro radar. En estas fechas, Lisboa también se llena de mercadillos navideños y se convierte, al mismo tiempo, en uno de los destinos principales y más atractivos para disfrutar en temporada invernal. El centro se llena de luces de colores, puestos de comida y música en la calle, sin olvidar de toda la belleza con la que cuenta la capital, desde su Catedral del Sé hasta sus barrios más icónicos como La Alfama y El Chiado.
Entre bicis y canales
Además de canales, pueblitos con encanto, un barrio rojo interesante por la historia que entraña y una cultura musical y artística realmente potente, Ámsterdam tiene uno de sus grandes atractivos en la temporada navideña por llenarse las plazas del centro de mercadillos navideños. Recorrerla a pie es una maravilla y, si el tiempo lo permite, moverse en tren hasta ciudades como Utrecht, Maastrich o La Haya, son también algunos de los planes complementarios a un viaje perfecto por los Países Bajos.
En un cuento de hadas
Recorrer Bruselas, país y capital, es toda una delicia en plenas fechas navideñas. Las arquitecturas cuasi oníricas de sus edificios, sumadas a las luces que decoran las calles, los dulces que se venden en las aceras y los pueblitos llenos de encanto, son el telón de fondo perfecto de un viaje navideño perfecto por este país. Si se viaja hasta allí, hay que aprovechar para visitar Amberes, Gante y Brujas, tres increíbles ciudades que son el culmen perfecto a la navidad bruselense.