La princesa Mette-Marit, de 45 años, padece una fibrosis pulmonar crónica, una enfermedad “poco común”, según ha reconocido la Casa Real de Noruega a través de un comunicado. Se trata de una enfermedad que no tiene cura y que han decidido hacer pública porque podría limitar el cumplimiento de su programa oficial durante algunos períodos.
La enfermedad le ha sido diagnosticada después de ser sometida a varias pruebas en los últimos años, en los que ha estado recibiendo tratamiento. Los médicos no han averiguado aún si es parte de un proceso de enfermedad autoinmune más amplio o si hay otras causas para los cambios pulmonares. “La princesa heredera tendrá que someterse a más exámenes y tratamientos en el futuro”, ha indicado su doctor Kristian Bjøro, del Hospital del Reino.
Mette-Marit: “Un diagnóstico como este supondrá limitaciones en mi vida”
La propia Mette-Marit ha señalado en el comunicado: “Durante algunos años he tenido problemas de salud y ahora sabemos el motivo. Esto hará que mi capacidad de trabajo varíe. El príncipe y yo hemos decidido informar porque, de ahora en adelante, puede ser necesario planear períodos sin actividades oficiales”.
“Aunque un diagnóstico como este supondrá limitaciones en mi vida, estoy contenta porque la enfermedad haya sido detectada tan pronto. Mi objetivo es seguir trabajando y participar en el programa oficial tanto como sea posible”, ha dicho la princesa.
El tratamiento se realizará en el Hospital del Reino, situado en Oslo, y en colaboración con médicos del extranjero, según ha explicado la Casa Real, que resalta que al ser diagnosticada la enfermedad en un estadio temprano, el pronóstico es ‘favorable’.
Además de su médico Bjøro y otros doctores noruegos, la Casa Real aseguró que también habrá profesionales extranjeros intentando frenar el avance de su enfermedad.