Palma de Mallorca ya es en sí misma una isla con identidad propia. Su ambiente balear con esa calma isleña que le caracteriza, rodeada de playas de arena blanca y aguas cristalinas y de rutas de 'trekking' entre montañas hacen las delicias de todos los amantes de la naturaleza.
Igual que la cultura y la historia que cuentan cada una de sus calles y edificios, que se combinan a la perfección con su gastronomía de nivel y su cada vez más creciente enoturismo.
Por eso no es de extrañar que cada vez sean más los turistas que viajen a la isla en época no estival, para descubrir sus encantos desde otro punto de vista adentrándose en sus barrios más singulares y haciendo rutas más desconocidas. Y es que en la misma Palma de Mallorca existen cinco barrios que son un 'must' en cualquier viaje a la isla.
El barrio más singular y bohemio de Palma
El barrio de Santa Catalina era el antiguo barrio de pescadores. Su entramado de calles y pequeñas casas tradicionales llenas de colores todavía conservan hoy día el espíritu de esta zona. Aquí se encuentra el mercado más antiguo de la ciudad, donde se venden, no solo los mejores pescados frescos del día, sino una amplia gama de productos 'gourmet'.
Hoy en día, Santa Catalina se ha convertido un barrio bohemio con una gran oferta de gastronomía y restauración y una animada vida nocturna.
Parte de su historia medieval
Es posible que ya sepas que Palma de Mallorca fue una importante ciudad medieval, de ahí que no sorprenda que entre sus callejuelas contase con su propia judería. El Barrio Judío de Palma, más conocido en la actualidad como Call Maior, en la época conformaba una especie de ciudad independiente, amurallada y con entradas propias a su interior.
En esta zona es curioso de visitar el Centre Maimó Ben Faraig, que permite conocer la historia medieval judía de Palma del siglo XIV así como la iglesia de Montesión, edificada sobre la original sinagoga mayor y en la que todavía puede observarse, entre las ranuras de las piedras de la base de la sinagoga original, pequeños trozos de papel que contienen deseos.
El más histórico de la ciudad
Situado en pleno casco antiguo, detrás de la Catedral de Palma, se encuentra Sa Calatrava. Un barrio de calles empedradas en donde se encuentran palacetes, iglesias, casas y patios singulares. ¿Lo mejor de todo? Que se pueden visitar. No te pierdas el Palacio Real de La Almudaina, los Baños Árabes, el Museo de Arte Contemporáneo o Es Baluard.
La Lonja, el lugar donde alojarse
En pleno centro se ubica La Lonja, el barrio que alberga el reconocido edifico gótico de donde recibe el nombre. En los alrededores también se encuentran otros edificios y elegantes palacetes que hoy en día se han reformado y reconvertido en hoteles 'boutique'. De hecho, si buscas alojamiento, esta es una de las mejores zonas para ello.
A orillas del mar
Portixol es el barrio perfecto para conocer cuando ya se ha recorrido todo el centro de Palma de Mallorca, pues se encuentra a las afueras de la capital balear. Sin embargo, su cercanía y buena comunicación con el centro, lo hacen ideal para conocer este barrio a orillas del mar.
Recorriendo sus calles se puede ver que se trata de un barrio especialmente singular porque en él conviven las antiguas cabañas de pescadores con los restaurantes, bares y tiendas más modernas del lugar.