El que fuera durante ocho años secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), José María Fidalgo, intervino ayer en Madrid en unas jornadas organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la Organización de Consultores de Pensiones (Ocopen). Su alocución, en las antípodas del discurso que sostienen hoy las centrales, fue seguida con gran expectación: “Desde 2008 sabemos que iba a haber un incremento del gasto en el sistema de pensiones de la Seguridad Social. También sabemos que ese gasto (9% en 2010) subirá hasta el 15% en 2050. Pues bien, busquemos nuevas fórmulas para financiar tal sistema”, afirmó, antes de proponer una suerte de copago del uno o dos por ciento limitado a las cotizaciones más elevadas.
“Las pensiones son retribuciones al trabajo: no son el elemento que cohesiona socialmente nuestro país”, continuó Fidalgo durante su conferencia, titulada El papel de la iniciativa privada en el actual sistema de protección social. El ex dirigente conoce bien ese papel, ya que, desvinculado de la rutina sindical, ahora forma parte del grupo consultivo de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa). De hecho, se refirió a la “necesidad de incentivar el ahorro privado", basado en planes de pensiones, “porque no quedan más narices”.
Jubilación opcional
Fidalgo oró alternando terminología exquisita con lenguaje llano. “La gente tiene que mover el culo porque el mundo se mueve”, comentó en alusión a la “transición permanente” que necesitan los sistemas de pensiones, en un ramalazo trotskista. “Pero siempre en transición hacia una mayor equidad”, apostilló.
El ex líder de CCOO no dejó de alertar del peligro que corren las pensiones. “Los BRICS –países emergentes- nos van a jibarizar”, avisó. “El mundo de mañana estará compuesto de países ricos, viejos y poco prolíficos y de países jóvenes, prolíficos y pobres que aspiran a ser ricos. Así que lo mejor será que la quiebra no nos pille sin paraguas”.
En este sentido, José María Fidalgo adelantó otra conclusión para salvar al sistema de su fractura: “Hay que modificar el patrón trabajo y trabajar más años. La jubilación debería de ser opcional, permitiendo trabajar más allá del límite establecido” –hoy en transición de los 65 a los 67 años-. De tal forma, terminó, que cada individuo reciba una pensión según lo que cotice los últimos años. “Las reformas paramétricas como el cálculo del periodo de cotización o la edad de jubilación se han agotado”.
El lunes pasado, tres días antes, Fidalgo volvió a sorprender a propios y extraños durante un debate organizado por la Fundación Canal. En un complicado equilibrismo, defendió a los sindicatos y se refirió así al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: "Ahora tenemos mejor director de orquesta que antes".